CALVO SOTELO

MILITARES ARMADOS CUSTODIAN AL EX PRESIDENTE QUE VIO MARCADO SU MANDATO POR LA INTENTONA GOLPISTA DEL 23-F

MADRID
SERVIMEDIA

El velatorio del ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo celebrado hoy en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados ha estado marcado por el duelo de los militares, que en todo momento acompañaron al difunto en pie junto a su ferétro, con sus armas "a la funerala".

El día en que Calvo-Sotelo iba a ser investido como presidente del Gobierno, el 23 de febrero de 1981, se produjo el intento de golpe de Estado militar de Antonio Tejero, lo que retrasó hasta el día 25 su elección con responsable del Ejecutivo.

Ha sido el propio jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Félix Sanz Roldán, quien ha recordado al presidente del Congreso, José Bono, que "por primera vez en la historia de España entran en el Congreso -militares- armados para rendir honores a la democracia y a la libertad que representó" el mandato de Calvo Sotelo.

Los miembros de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado portaban el "arma a la funerala", utilizada así en los actos de duelo, con las cañas mirando al suelo y las culatas por delante del hombro.

Un turno de cinco personas, bien militares de los tres ejercitos y de la Guardia Civil o bien efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, custodian los restos mortales del ex presidente del Gobierno rotando cada media hora.

En uno de los turnos, un miembro de la Policía tuvo que ser atendido por los servicios médicos del Congreso al sufrir una leve lipotimia.

Mientras esperaban su turno para velar el cadáver, los militares contemplaban lo que acontecía en la capilla ardiente a través de un monitor de televisión junto a la Sala Cánovas, lugar habilitado para su descanso.

En total, por cada rotación, se daban cita unos 40 militares que cada tres o cuatro horas eran relevados por compañeros.

(SERVIMEDIA)
04 Mayo 2008
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