La serenidad y el respeto por el dolor de los familiares presidieron los actos, acompañados de gestos de solidaridad, como las umerosas coronas de flores y las pancartas de algunas localidades vecinas pidiendo justicia.

Solamente fue perturbado este clima por las miles de octavillas que en la entrada del camposanto pedían la pena de muerte y algunos gritos de "asesinos" que surgieron en la iglesia, cuando el arzobispo pidió perdón cristiano para los culpables. García Gasco respondió: "No podemos dejarnos llevar, así no se puede edificar la paz social".

La madre de Miriam García, Matilde Iborra, hubo de ser evacuada en amulancia del cementerio. Un total de 25 personas fueron atendidas por la Cruz Roja, en su mayoría víctimas de crisis nerviosas.

CAPILLA ARDIENTE

Esta madrugada quedó instalada la capilla ardiente en el Ayuntamiento de Alcásser, donde mostraron su pésame durante toda la mañana largas colas de vecinos de Alcásser y de otros pueblos valencianos. Las coronas de flores de compañeros, familiares y ciudadanos que manifestaron así su apoyo a los afectados llenaron la plaza y la casa consistorial, entre ellasla de la discoteca "Coolor", a la que se dirigían las adolescentes poco antes de perder la vida.

Los presos de la cárcel de Picassent también han remitido una comunicación al Ayuntamiento de Alcásser. En esta prisión estuvo cumpliendo condena uno de los presuntos culpables de este triple asesinato.

Los aplausos rompieron por un momento el ambiente solemne cuando los féretros fueron trasladados a la iglesia, situada a escasos metros del Ayuntamiento.

Monseñor García Gasco leyó en la ceremoniareligiosa un telegrama de Juan Pablo II que decía: "El Santo Padre el Papa, vivamente apenado al conocer dolorosa noticia asesinato niñas de Alcásser, Miriam García, Antonia Gómez y Desirée Hernández, ofrece sufragios por el eterno descanso de las víctimas de la injustificable violencia y ruega a V.E. transmita sentido pésame a los familiares, junto con expresiones de afecto y cercanía en esta hora de dolor".

La primera parte de la homilía la pronunció el arzobispo fuera del templo, que no daba de sí or la multitud que se agolpaba a sus puertas. Al igual que García Gasco, los padres de las niñas solicitaron perdón y silencio para que esta tragedia no sea un espectáculo.

"Dejadnos tranquilos", pidió el oficiante. "En estos momentos luchamos por resolver este conflicto de sentimientos; buscamos la luz de la razón y de la fe para que así no perdamos tampoco nosotros la razón ni la fe, que son las que nos confortan y les dan sentido a la vida y a la muerte".

El delegado del Gobierno en la Comunidd Valenciana, Francisco Granados, manifestó tras visitar la capilla ardiente su "indignación y pena", pero también su "satisfacción por estar en las buenas pistas para poner a disposición del juez a los auténticos culpables de esta masacre".

INTENSA BUSQUEDA

Granados elogió la labor de la Guardia Civil, que continúa con las tareas de búsqueda de uno de los presuntos asesinos, Antonio Anglés, de 27 años, al parecer visto anoche cerca de la Estación del Norte de Valencia. Durante toda la madrugada y l mañana de hoy no ha cesado en la capital valenciana el movimiento de vehículos de la Policía y la Benemérita, pero no se han montado controles en los accesos a Valencia.

Poco después de las 10 de esta mañana los dos detenidos fueron trasladados desde la Comandancia de la Guardia Civil de la capital del Turia con destino desconocido.

El diputado Alvaro Cuesta, ponente socialista en el proyecto de reforma del Código Penal, señaló hoy en Barcelona que su grupo parlamentario entiende que hay que intoducir una agravación de las penas en aquellos delitos de violación en que las víctimas sean personas menores de 15 años y haya uso de la fuerza o violencia física.

También el presidente del Partido Popular, José María Aznar, anunció que su grupo pedirá que se intensifiquen las penas establecidas en el Código Penal para los delitos de violación y abusos de menores. Por su parte, Matilde Fernández ha pedido el cumplimiento íntegro de las condenas para determinados delitos que causen conmoción en la opiión pública.

Según informó la Cadena Ser, el juez que dictó la sentencia contra el asesino de la niña onubense Ana María Jerez Cano introdujo en la sentencia que los posibles beneficios penitenciarios se computen sobre los 44 años de la condena y no sobre los 30 de condena máxima que establece nuestro ordenamiento penal.