Induráin cumplió asi con un acto que se ha convertido ya en una tradición, brindar a sus paisanos y a todos los navarros los triunfos ciclistas que logra.

A diferencia de anteriores años, en esta ocasión el ciclista quiso iniciar los homenajes en Villava. A las 6,30 de la tarde acudió, acompañado de sus padres, hermanas y esposa, a la casa consistorial, donde fue recibido por el alcalde de la localidad, Vicente Sabalza.

Induráin salió al balcón municipal para saludar a los cerca e mil villaveses que le esperaban y aclamaban desde hacía tiempo. Desde este punto, escuchó los gritos de sus vecinos. "Eres el mejor" y "Aupa Miguelón", entre otros.

El campeón del Tour agradeció a los congregados su presencia, "después de tantos días de sufrimiento y problemas por Francia", y destacó que los problemas de salud que padeció en Italia y que le impidieron ganar el Giro, "también son buenos para no acostumbrarnos a tanta victoria".

Tras indicar que, esperaba, que el año próximo, "sihay fuerzas, volvamos a encontrarnos aquí", se retiró al interior del Ayuntamiento.

Una hora después de iniciarse este acto, la caravana de Induráin, con su familia y los directores del equipo Banesto, José Miguel Echavarri y Eusebio Unzué, llegó a las inmediaciones del Palacio de Diputación, donde se congregaron más de 2.000 personas.

Una vez fue saludado por el presidente del Gobierno, Juan Cruz Alli, Induráin subió al salón del Trono donde firmó en el Libro de Oro de Navarra. Bajo su rúbrica, l campeón ciclista brindaba sus triunfos a Navarra. Induráin también regaló un 'maillot' amarillo en el que se podía leer: "A la Comunidad Foral de Navarra en recuerdo del Tour 1994".

Poco después, el ciclista navarro apareció en el balcón principal del Palacio ante la alegría de los congregados, a quienes, de nuevo, dedicó sus triunfos y agradeció su apoyo.

Cuando mencionó la dificultad y lejanía del próximo Tour, los presentes no pudieron dejar de gritarle que estaba "chupado". "Haremos todo loque esté en nuestras manos", aseguró Miguel Induráin sonriendo.

Una vez finalizado el acto, Echávarri aprovechó para señalar que "cuando la obra de teatro esté ensayada, lo heremos saber", en referencia a la posibilidad de que el campeón ciclista intente batir el récord de la hora. Sus palabras no dejaron lugar a dudas. "Al campeón, hay que dosificarlo".