A os actos religiosos asistieron la madre del rey Juan Carlos, doña María de las Mercedes de Borbón; el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, y los miembros de la corporación municipal, entre otras personalidades.

En su homilia, el cardenal Suquía expresó su satisfacción por la culminación de las obras exteriores del templo, que terminaron el pasado miércoles con la instalación de una cruz de hierro forjado en la gran cúpula de pizarra de la catedral.

"Por fin se ha terminado todo el eterior de la nueva catedral que Madrid dedica a su patrona. Hoy nos toca recoger con alegría lo que tantos otros sembraron con lágrimas a lo largo del camino", dijo Suquía.

El prelado, que bendijo la cruz que corona el templo, recordó a los fieles que a mediados del próximo mes de junio, cuando está previsto que hayan acabado las obras de ornamentación interior y hayan sido instalados los sistemas eléctricos y de calefacción, la catedral será consagrada por el Papa Juan Pablo II.

Por este motivo,este año ha sido el último en que los madrileños han asistido en la explanada de La Almudena a la tradicional misa en honor de la patrona de Madrid.

Sin embargo, la capacidad del futuro templo, unas 3.000 personas aproximadamente, hace pensar que serán todavía muchos los que tendrán que seguir la ceremonia desde el exterior del recinto.

VOTO DE LA VILLA

En el transcurso de la misa, el alcalde de Madrid ofreció a la virgen el Voto de la Villa, una tradición que se remonta al año 1646 y que consite en una ofrenda floral en nombre de todos los madrileños.

Asimismo, leyó la oración de Nuestra Señora Santa María la Real de La Almudena, en la que agradeció a la virgen su constante presencia, al tiempo que pidió su protección para el año venidero.

Posteriormente, Alvarez del Manzano y sus compañeros del gobierno municipal acompañaron en procesión a la imagen de la virgen hasta la cripta de la catedral.

Una vez acabados los actos religiosos, el regidor declaró a los periodistas que seguir trabajando para conseguir rematar las obras interiores de La Almudena, templo que empezó a ser construido hace 110 años.

El máximo dirigente municipal dijo que, casi con toda seguridad, a él le va a corresponder el honor de ver terminadas las obras como alcalde de Madrid, aunque tuvo palabras de recuerdo para los anteriores ediles que también contribuyeron a impulsar las obras, citando entre ellos a Tierno Galván, Barranco y Rodríguez Sahagún.

"Esto no sólo es un hecho religioso sino cultural", ñadió, "porque el final de las obras exteriores era muy importante, sobre todo en el año de la Capitalidad Cultural", concluyó.