Según un comunicado remitido por esta entidad, esa oferta de plazas carece, en la mayoría de los casos, de la calidad exigible como producto turístico y no tributa fiscalmente.

La Mesa hizo esta valoración en el marco de una reunión mantenida con el Consejero de Turismo del Gobierno Balear, Joan Flaquer. Ambas partes pusieron de relieve la completa y excelente normativa balear en los tres tipos de alojamiento profesionalizado: hoteles, apartamentos y viviendas turísticas.

Según la Mesa, se asegura así la necesaria calidad de la oferta, la seguridad jurídica en la contratación y las obligaciones fiscales y laborales.

Pero, al margen de esa legislación, surge una importantísima oferta de particulares, incluso profesionalizada en la mayoría de los casos, que amparándose en la Ley de Arrendamientos Urbanos, se escapa de toda garantía cualitativa y jurídica.

En ese sentido, el Consejero de Turismo balear afirmó que esa oferta "no puede competir deslealmente" y agregó que la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos tendría como objetivo "regular esa oferta".

Por otro lado, en este encuentro, Joan Flaquer avanzó que el Gobierno balear solicitará al Gobierno Central un régimen fiscal propio que, al igual que ocurre en las Islas Canarias, permita la reinversión del 90 por ciento de los beneficios de las empresas turísticas para mejorar la calidad de la oferta de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera.