Guerra en Ucrania
Mensajeros de la Paz instala una carpa de ayuda a población ucraniana en Chernovtvi
- Ya ha evacuado a cientos de mujeres y niños a Italia y España
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La fundación Mensajeros de la Paz ha instalado una carpa en Chernovtvi (Ucrania) para facilitar ayuda a quienes permanecen en el país tras la invasión rusa.
Así lo anunció este martes la fundación en un comunicado en el que añadió que dicha carpa se encuentra ubicada a 20 metros de un refugio y está equipada con cocina, comedores y colchones.
La fundación, que ha evacuado ya a cientos de mujeres y niños ucranianos a Italia y España a través de Rumanía, estimó que empezará a dar unas mil comidas diarias en cuanto se produzca en la zona una “nueva avalancha” de personas que no han podido abandonar el país.
La ONG del padre Ángel se trasladó a las fronteras de Ucrania a finales de febrero, tras la invasión rusa y, desde entonces, sus cooperantes están trabajando en el paso fronterizo de Siret y el de Suceava, por el que calculan que ya han visto abandonar el país a unos 200.000 ucranianos.
El grueso de los que huyen son mujeres y niños, si bien algunas mujeres lo hicieron solas, como es el caso de Natalia, que tiene 70 años y abandonó Kiev “obligada por su hijo mayor”, según Mensajeros de la Paz.
PRIMERA ACOGIDA
Al entrar en Rumanía, los bomberos la trasladaron en una furgoneta a un centro de Frontex, que le facilitó la documentación necesaria para continuar la ruta y de allí pasó a refugiarse en el polideportivo de primera acogida de Mensajeros de la Paz, que cuenta con duchas, baños, colchones y comida y bebida calientes.
Tiene familia en Italia, por lo que se trasladará con la ayuda de Mensajeros a uno de sus hoteles en la ciudad rumana de Oradea y, desde allí, ocupará una plaza en uno de los autobuses de la organización, con destino a Milán.
“Desde el macrodormitorio, en las fronteras, consulta su móvil y llama continuamente a su hijo menor, de 30 años, del que no sabe nada y que, de momento, no ha contestado sus llamadas”, prosiguió la organización, que lamentó que se trata de una situación “cada vez más común entre los evacuados y los familiares que dejan atrás, en ciudades privadas de electricidad e incluso agua”.
La fundación también compartió el caso de Anastasia, una joven rusa de 24 años que estudia Magisterio en Italia, donde lleva una década, y que, desde hace 15 días, forma parte de un equipo de voluntarios en las fronteras de Ucrania.
FAMILIAS DIVIDIDAS
“Estoy aquí porque amo a las personas y todos somos iguales”, afirmó, para confesar que, al acompañar a los evacuados a los que asiste Mensajeros de la Paz, se emocionó al “ver familias divididas”.
Para la fundación, ambas “encarnan la gravedad de las consecuencias de la guerra en la población civil de todas las generaciones”. “Pero también la esperanza que aporta la ayuda humanitaria”, abundó, para subrayar que la ayuda que presta dentro de Ucrania y en sus fronteras es posible gracias a la financiación de la fundación A.M.A. y la “alianza” en el terreno con la ONG Remar.
(SERVIMEDIA)
15 Mar 2022
MJR/clc