En el escrito, al que ha tenido acceso Servimedia, el fiscal Pedro Rubira asegura que "del resultado de la investigación, el único indicio de criminalidad existente sobre la veracidad de los hechos, es la declaración judicial del Sr. Perote, pero sin concretar más los datos y sin determinar a las personas responsables criminalmente de los mismos".

Según el relato del propio Perote, l actuación consistió en el secuestro de mendigos y drogadictos para probar con ellos una vacuna que luego se utilizaría supuestamente con el etarra Jose Antonio Urruticoechea Bengoechea, alias "Josu Ternera", en el verano de 1988.

En este sentido, la investigación se apoyó en las declaraciones del denunciante, el ex coronel Juan Alberto Perote y el ex director del CESID, Emilio Alonso Manglano. Este último negó la existencia de estos experimentos con seres humanos, mientras que el primero insistió en ue en las instalaciones del CESID constaban varios datos sobre la cuestión.

Además, se instó al Gobierno para desclasificar documentos del CESID que, una vez conocidos, no aportaron nada nuevo y únicamente indicaron que había existido una operación llamada "Urbion-Bombillamudo", supuestamente relacionada con la detención del etarra.

Por todo esto el fiscal considera que no existen pruebas suficientes para inculpar a ningún responsable del CESID, entre ellos Emilio Alonso Manglano, y pide el archio de la causa.