El reglamento obliga a todos los envasadores que pongan en el mercado productos envasados por encima de los topes establecidos a elaborar un plan empresarial de prevención "para minimizar y prevenir en origen la producción de residuos".

Lo topes fijados son 250 toneladas si se trata de vidrio, 50 para el acero, 30 de aluminio, 21 de plástico, 16 de madera y 14 si se trata de cartón o materiales compuestos.

Los planes empresariales de prevención tendrán que tener en cuenta las especificaciones contenidas en el Programa Nacional de Residuos de Envases y de Envases usados y en los respectivos programas autonómicos.

Deberán incluir los objetivos de prevención cuantificados, las medidas previstas para alcanzarlos y los mecanismos de cotrol para su cumplimiento.

En cuanto a la puesta en el mercado de productos envasados a trvés del sistema de depósito, devolución y retorno, el reglamento obligará al envasador a identificar el envase, tipo de material, características físico-químicas o biológicas y un análisis de viabilidad técnica y económica del sistema para cada producto envasado.

Asimismo, las máquinas expendedoras de productos envasados mediante venta automática dispondrán de un sistema de devolución del envase o deberán cotener la indicación de un establecimiento cercano donde los usuarios puedan devolverlo.

"INSUFICIENTE"

Por otra parte, la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Medioambiental (CODA) considera que dicho proyecto de Reglamento obstaculiza fabricación de envases reutilizables y es "totalmente insuficiente".

"Dicho reglamento tiene, entre sus muchas deficiencias, el no apoyar el sistema de depósito, devolución y retorno, único mecanismo eficaz para asegurar la devolución de los envases, su reutlización y la consiguiente reducción de los residuos", señala la CODA. A su juicio, el ministerio ha cedido nuevamente a la presión del sector industrial.

En un comunicado, la CODA afirma que "el ministerio sigue permitiendo el incremento en la generación de residuos y le falta voluntad política para enfrentarse a los intereses económicos de la industria, basados en seguir generando envases de usar y tirar".

"Estos envases de usar y tirar", continúa el escrito, "incrementan la generación de residos y el despilfarro de materias primas".