Para las mujeres en edad reproductiva, el embarazo y el parto son las principales causas de muerte, enfermedad o discapacidad. Además, dos millones y medio de bebés fallecen anualmenteen la primera semana de vida, muchos de ellos por mala salud pre-natal.

Estudios recientes en países en vías de desarrollo han mostrado que del 58% al 80% de las mujeres embarazadas sufren graves problemas de salud. Del 8% al 29% de las mujeres padecen enfermedades crónicas como consecuencia de la gestación.

Los costes sociales y económicos por la pérdida de una madre son altos, según la OMS. Cuando una mujer muere, su familia sufre más problemas económicos y pierde la contribución materna al cuiado de la casa y de los niños.

De acuerdo con el informe, elaborado por el Sector de Salud Reproductiva de la OMS, los niños sin madre tienen muchas más probabilidades de fallecer en los dos años siguientes al nacimiento.

Los programas de salud reproductiva son muy efectivos en razón de costes. Proveer cuidados a las mujeres en países en vías de desarrollo cuesta 450 pesetas por persona al año. En Africa y en algunas zonas de Asia, el coste es de 150 pesetas.

Según la OMS, invertir en la sald de las mujeres significa ahorrar. Con cuidados apropiados se podría evitar del 30% al 40% de las muertes infantiles (de 1,5 millones a 2,5 millones al año). Cada año nacen 20 millones de niños con bajo peso. Esto puede conducir a largo plazo a minusvalías, como discapacidades en la vista o el oído, así como en el aprendizaje.

La reducción de la mortalidad durante el embarazo y la mejora de los cuidados pre-natales son los dos objetivos principales de la OMS, definidos en recientes conferencias interacionales. Según los expertos, los servicios de salud nacionales deberían dar prioridad a los cuidados maternales para evitar la mortalidad y las minusvalías.