Blanco señaló que de esa cantidad, 100.000 millones se sacarán a concurso a través de la modalidad de contrato de concesión, que permite al Estado delegar la construcción de una infraestructura, en este caso hidráulica, en una empresa concesionaria que podrá recuperar la inversión en un máximo de 75 años a través de la taifa de explotación.

El secretario de Estado señaló que este tipo de financiación extrapesupuestaria no supondrá una privatización del agua, ya que las obras serán declaradas de interés general, por lo que tendrán carácter público, y las confederaciones hidrográficas seguirán regularando a quién y cuándo se destinan los recursos hídricos.

Asimismo, negó que esta modalidad de financiación de obras suponga un encarecimiento del precio que pagan los usuarios por el abastecimiento de agua, ya que matió estas obras podrán ser subvencionadas por la UE, al tratarse de infraestructuras de interés general públicas.

Las infraestructuras que se financiarán a través de esta modalidad de contrato serán fundamentalmente grandes canalizaciones, presas y desaladoras.

Benigno Blanco aseguró que la modalidad de contrato de concesión ha tenido una gran aceptación entre las comunidades de regantes, que han presentado proyectos para la construcción de infraestructuras por valor de 200.000 millones de pesetas. Los otros 45.000 millones en obras hidráulicas que licitará el ministerio saldrán a concurso por el sistema de precio aplazado, lo cual permitirá a la Administración pagar la infraestructura en el ejercicio económico en el que concluya la obra.

El gasto en obras hidráulicas que el ministerio ha previsto para este año asciende a 160.000 millones de pesetas, de los cuales 18.000 millones se destinarán a inversiones en proyectos de saneamiento y depuración.