Organizaciones ecologistas denunciaron ayer en la Cumbre del Agua que se celebra en Estocolmo que España realiza una mala gestión del agua y que necesita reorientar sus políticas al respecto, consideraciones con las que Palop afirmó estar "de acuerdo".

En la rueda de prensa de presentación del encuentro "Agua: de la crisis a la cooperación", que tendrá lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander la próxima semana, Palop negó que en España haya sectores problemáticos como la agricultura o el turismo, sino "una forma de gestionar el agua problemática".

En este sentido, Palop criticó el sistema de asignación de agua en España, que sigue el orden de presentación de solicitud "en ventanilla". La petición más antigua "tiene derecho preferente porque hay agua" para todo, "y tarde o temprano le llegará al último que la ha solicitado", añadió.

Palop indicó que es fundamental cambiar la mentalidad española de que el agua sobra. "Que el agua sobra es un concepto muy antiguo; no tenemos aguas sobrantes", pese a que la "filosofía de este país era que había agua para cualquier cosa que nos imaginábamos", insistió el director general del Ministerio de Medio Ambiente.

"Estamos en un momento en el que tenemos que ajustar al máximo el uso y el consumo del agua, con poca agua hay que hacer muchas cosas", señaló Palop, quien agregó que "hay que gestionarla como si fuera un recurso realmente escaso".

El director general de Aguas recordó que el ministerio ya trabaja en la reorientación de las políticas, por ejemplo con el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas en Zonas Regables o con el Consejo Nacional del Agua, que debate sobre la necesidad de cambiar la administración hidráulica, la restauración de ríos o la calidad de agua.

Palop explicó que el Ministerio de Medio Ambiente sigue cuatro ejes básicos de actuación para reorientar la política de agua, algo "que se está empezando a producir".

Se trata de dar garantía en el uso del agua, dejar claro que el agua es un servicio público, planificación y adecuar la gestión del recurso al Estado de las Autonomías.