"Estamos en un punto muerto", dijo Palop a propósito de la escasez de lluvias. "Este año ya empezó mal, porque no llovió en la primera ocasión en la que suele llover, de otoño a invierno. Ahora estamos pendientes de cómo se va a comportar la climatología, de si se van a producir lluvias en la segunda época de lluvias importantes en la que estamos, de invierno a primavera".

Según explicó, las cabeceras del Júcar, Segura, Guadalquivir y Tajo son las zonas donde se está centrando con especial virulencia la falta de precipitaciones y los efectos de la sequía.

"La situación sigue siendo delicada. En los últimos doce meses tenemos un 30% menos de lluvia de lo que debiera ser normal y eso te hace ver que la situación es complicada", reconoció.

En este sentido, explicó a los periodistas que hasta que no pasen estos meses de febrero y marzo, el Ministerio de Medio Ambiente no podrá tener un balance definitivo de cuál es la situación.

RESTRICCIONES PARA REGADÍO

Lo que sí está ya confirmado es que para las cuencas del Júcar, del Segura y del Guadalquivir no va a ser una temporada normal. Según dijo, en el Júcar los problemas afectarán sobre todo al suministro de agua para regadío.

En la cuenca del Segura también se presentan problemas serios, tanto para regadío como para abastecimiento. "La agricultura va a estar afectada y estamos pendientes de ver cómo evolucionan las precipitaciones" para poder garantizar o no el abastecimiento a las poblaciones, sobre todo en la cabecera del Tajo, dijo.

"Si sigue la situación como hasta ahora, podríamos llegar a tener problemas para el agua de boca para los Canales del Taibilla", advirtió el responsable de Agua. No obstante, añadió que "con un poquito que nos llueva podemos salvar la situación". "Si llueve, aunque sea poco, casi vamos a tener suficiente garantía para el abastecimiento", confió.

En la cuenca del Guadalquivir la sequía tendrá en la agricultura a la gran perjudicada. "Las poblaciones tienen garantizado el abastecimiento para el agua de boca, pero el regadío va a sufrir mucho", advirtió. La hipótesis es que si el año pasado se regó con el 100% de dotación, este año habría que reducir la dotación al 30%, es decir, bajaría en un 70% la disponibilidad de agua para realizar el riego".

ANTICIPARSE A LA SEQUÍA

Al margen de las previsiones de lluvias o no, Palop aseguró que el ministerio está trabajando "con las peores hipótesis" para tratar de anticiparse a situaciones difíciles que se puedan presentar.

En ese sentido, reiteró que se van a seguir llevando a cabo planes de emergencia y otras actuaciones como la planteada por la Confederación Hidrográfcia del Segura de conectar los abastecimientos del Canal del Taibilla del que dependen 20 municipios con aguas del Tajo-Segura.

Se trataría, explicó, de que los 20 municipios cuya única fuente de suministro son las aguas del Taibilla pudieran conectarse con aguas procedentes del acueducto Tajo-Segura.

"Que no cunda la alarma", fue el mensaje final de Palop."Estamos en la segunda época de lluvias importantes del país y se tienen que producir".