Estas jornadas, organizadas por el Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía y la Fundación Mapfre Medicina, pretenden favorecer la adopción de unos criterios comunes de trabajo para clasificar las discapacidades causadas por enfermedad, traumatismos y accidentes, según explicó a Servimedia la doctora Jesusa Pertejo.

"En esta clasificación", matizó la doctora, "no cuenta el diagnóstico y tratamiento médico, sino la situación ocial y medioambiental en la que queda el sujeto y que pueden agrandar la discapacidad del enfermo".

En opinión de Jesusa Pertejo, la CIDDM pretende la supresión de un viejo hábito segregador, que es el de "sustantivizar situaciones adjetivas de la persona, lo que conduce a la etiquetación y a la consolidación de la marginación y, a menudo, esconde también el vicio de parcelar al individuo de acuerdo con las especialidades de los profesionales".

"Entre los objetivos de esta clasificación", añadióla doctora, "cabe destacar el de solucionar un problema para el que no se contaba con herramientas creibles, como es el de la evaluación de los resultados del proceso de rehabilitación, pues faltaban indicadores de la evolución producida por un proceso de asistencia, y rehabilitación en casos de traumatismos, deficiencias sensoriales, enfermedades crónicas y retraso mental".

Jesusa Pertejo destacó también algunos de los problemas de aplicación de la CIDDM, como la validación de la misma por todos los specialistas y la comparación de su utilidad.

La Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidaes y Minusvalías, realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un instrumento concebido con fines estadísticos destinado a facilitar la tarea de los servicios encargados de ordenar con criterio uniforme ciertos aspectos de la patología prevaleciente en un país o región.