El resto de los funcionarios de prisiones trabajan en un marco definido, según un acuerdo entre la Dirección General de Instituciones y los sindicatos Comisiones Obreras y la Asociación del Cuerpo de Ayudantes de Insttuciones Penitenciarias.

Este encierro y los que se repetirán durante la próxima semana en el resto de los siete centros penitenciarios existentes en la Comunidad de Madrid, forman parte de una campaña generalizada de protestas que se está llevando a cabo en todas las prisiones españolas.

CESM Madrid denuncia que mientras para el conjunto de los funcionarios de instituciones penitenciarias se ha acordado un horario de 37,5 horas a la semana, al personal sanitario (médicos y enfermeros) se les fij el mismo horario de 37,5 horas, más la totalidad de guardias de presencia física que las necesidades del servicio puedan determinar.

Dado lo exiguo de las plantillas de sanitarios, esta norma les obliga de hecho a jornadas laborales que superan las 65 horas semanales. Además, durante el periodo de guardia no sólo se atienden las urgencias, sino que la falta de personal obliga a que se continúe con la actividad asistencial habitual.

Además, este colectivo denuncia deficiencias en la prestación desus servicio por fallos en los traslados de los presos a las consultas hospitalarias.

También destacan que los mecanismos de ingresos hospitalarios y consultas en hospitales distintos al Hospital del Área, cuando así lo requiere la patología del interno paciente, son claramente insuficientes. El problema radica en la coordinación que se ejerce desde la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria que es innecesariamente complicada al estar diseñada en términos restrictivos.