En estos últimos 12 meses, Médicos del Mundo ha atendido a más de 100.000 personas y ha desplazado a la zona a 63 expatriados.

Hoy, los equipos de Médicos del Mundo continúan presentes en la isla de Sumatra (Indonesia), la más afectada por la ola gigante, y en Trincomalee, Sri Lanka, tras un año de trabajo en la atención a los damnificados y en la reconstrucción de la infraestructura sanitaria de la zona.

Médicos del Mundo, presente en Aceh, donde el tsunami terminó con los medios de vida de 600.000 personas (el 25% de su población), destina a los programas de Indonesia más de 1,3 millones de euros.

En estos doce meses, los equipos de esta ONG han impulsado programas de atención primaria, materno infantil, tuberculosis y malaria a través de una unidad de cuidados básicos con tres turnos de trabajo y con una media de 50 consultas diarias.

Además, han trabajado en la formación de personas sanitario local y en la construcción de un centro de salud semipermanente con camas para ingresos y sala materno-infantil.

Asimismo, el trabajo de Médicos del Mundo en Indonesia va a continuar en Calang durante 2006 con la puesta en marcha de un centro de salud.

SRI LANKA

Médicos del Mundo llegó a Sri Lanka el 28 de diciembre apenas dos días después de la catástrofe. El equipo empezó a trabajar en Tricomalee, una de las zonas más devastadas de la isla, para evaluar los daños, prestar asistencia inmediata a los afectados y prevenir la aparición de epidemias.

El equipo de Médicos del Mundo desplazado en un primer momento a la isla llevó consigo 1.000 kilos de medicamentos y en los primeros dos meses habían atendido 2.000 personas.

"Doce meses después, la situación de los desplazados que perdieron sus casas ha mejorado. Así, han pasado de los primeros asentamientos en tiendas de campaña, a refugios de madera y uralita con base de cemento y, poco a poco, van adjudicándose nuevas viviendas", explica Jerónimo Candela, cooperante de Médicos del Mundo en Sri Lanka.

Después de un año de trabajo, Médicos del Mundo ha terminado la rehabilitación de la Unidad de Salud Mental del hospital central de Trincomalee y ha construido un edificio para actividades socioculturales en mismo centro hospitalario.

La carencia de infraestructuras y especialistas en salud mental es una de las grandes lagunas del sistema sanitario de Sri Lanka, problema que se hizo más evidente a medida que se identificaron cuadros psicológicos y psiquiátricos provocados por el trauma causado por el tsunami que requerían una intervención especializada.