Los pacientes a los que trató estaban afectados por una rara forma de patología que les hace creer que sus cuerpos son incompletos y deformes, a pesar de contar con las cuatro extremidades sanas. La enfermedad les sume en profundas depresiones que pueden acabar en suicidio. Algunos psiquiatras creen que la amputación es la única cura eficaz.

Esta es la opinión de Robert Smith, el cirujano del Hospital Abbey Kings Park de la ciudad escoesa de Stirling, al que se inhabilitó después de que se descubriese que los miembros que amputó a sus pacientes estaban sanos y que ha solicitado ahora al comité médico de su centro que le devuelva el permiso para seguir realizando este tipo de operaciones.

A principios de año, la propia dirección del hospital obligó a Smith a abandonar esta práctica después del revuelo social que había organizado la noticia de que los pacientes operados no tenían problemas graves en sus extremidades. Ahora, el comitémédico ha anunciado que estudiará el caso según "sus propios méritos".

Las intervenciones quirúrgicas que originaron la polémica fueron realizadas en septiembre de 1997 y en abril de 1999, y Smith las describe como "probablemente dos de las operaciones más satisfactorias que haya realizado". "Al final del día, no tuve ninguna duda de que lo que estaba haciendo era lo correcto para esos pacientes", afirma.