La víctima, Carlos Muñoz, de 44 años, quedó atrapado en el foso desde el que reparaba el vehículo mientras éste comenzó a arder encima de él.

Las mismas fuentes indicaron que a pesar de que el hijo de Carlos Muñoz sacó el coche al exterior de la calle cuando se prcató de lo que ocurría, no pudo entrar de nuevo al taller para socorrer a su padre porque los 20 metros cuadrados del local estaban ocupados enteramente por las llamas.

El joven fue trasladado al hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona, donde fue atendido de diversas heridas de poca consideración. Al llegar los Bomberos al lugar del siniestro, situado en el número 51 de la calle Logroño, encontraron el taller y el coche ardiendo, aunque pudieron apagar el fuego con facilidad.