De los platos que se sirven en 200 colegios analizados de doce ciudades, el 62 por ciento no llega al nivel "aceptable", el 25 por ciento suspede la prueba sin paliativos y sólo el 18 por ciento ofrece un menú equilibrado.

El 23 por ciento de las comidas estudiadas no incluye verdura ni una sola vez en la semana y el 20 por ciento hace lo propio con el pescado. Además, el 6 por ciento de los comedores no tiene fruta como postre siquiera dos veces a la semana.

Sólo el 54 por ciento de los centros de enseñanza no comete ninguno de los seis fallos nutricionales entendidos como graves (además de los tres ya mencionados, son no incluir legumre una vez a la semana, poner postres dulces más de dos veces y precocinados o frituras también más de dos veces a la semana).

Otras conclusiones del informe son que el precio de los menús escolares tiene muy poco que ver con su calidad nutritiva (los mejores de los analizados fueron los más baratos: hasta 400 pesetas al día) y que los centros públicos ofrecen comidas algo mejores que los privados (5,6 puntos de media sobre 10 frente a 5,44).

El estudio también pone de manifiesto que los que subcntratan la comida a empresas especializadas sirven menús un poco más equilibrados que los que lo elaboran en la cocina del propio centro escolar.

En contra de lo que pudiera parecer, los menús elaborados en el colegio no son más económicos que los realizados por empresas de "catering".

Por comunidades autónomas, "Consumer" ha encontrado notables diferencias en la calidad nutritiva de los platos. Los mejores de los estudiados fueron los colegios barceloneses, navarros y vizcaínos, cercanos a los 6puntos de media. Los peores fueron Cantabria y Valencia, cuya media no pasó del suspenso.