Estos datos fueron presentados, en rued de prensa, por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, quien explicó que este es el primer año en el que se ha aplicado el acuerdo entre el departamento que dirige, el de Hacienda y las ONG, y que garantiza un importe mínimo de 19.000 millones de pesetas (el 80% para el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el 20% para el Ministerio de Asuntos Exteriores).

Aparicio explicó que este año se van a financiar 852 programas sociales que ponen en marcha las ONG, entre los que dstacan los que se dirigen a las personas mayores (21,42%), los discapacitados (16,42%) y el colectivo de infancia y familia (10,57%).

La recaudación total del 0,52% del IRPF correspondiente al ejercicio fiscal de 1999, que se distribuye ahora, ascendió a 10.936 millones de pesetas. Con el acuerdo del Ministerio de Hacienda de garantizar un mínimo de 19.000 millones de pesetas, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales reparte 15.200 millones de pesetas (80%) entre asociaciones sin ánimo de lucro queponen en marcha programas sociales.

La cantidad restante 3.800 millones de pesetas (20%) la distribuye el Ministerio de Asuntos Exteriores para programas de cooperación internacional.

En la rueda de prensa, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales destacó que los programas prioritarios recogidos en esta convocatoria están destinados a atender las necesidades sociales de los colectivos más desfavorecidos.

Así, este año se han incorporado nuevas prioridades, los programas de orientación y medación familiar, y dentro del mismo, la creación de los denominados "puntos de encuentro" para las visitas de padres y madres a menores en los casos de separación y divorcio conflictivos y los programas que promueven, en diferentes colectivos, las acciones del Plan Nacional para la Inclusión Social.

DISTRIBUCION

Las cuantías más elevadas van a parar a programas de mayores, con 3.256 millones de pesetas para 2001, y a personas con discapacidad, 2.483 millones, que suponen el 21 y el 16 por ciento del otal del fondo a repartir, respectivamente.

Al colectivo de infancia y familia se destinan 1.606 millones de pesetas (10%), destacando los programas de promoción de la calidad de vida infantil, los dirigidos a los equipamientos residenciales para menores con conflictos sociales y los programas para facilitar la conciliación entre la vida familiar y la vida laboral.

Las mujeres reciben 1.357 millones de pesetas (9%) en 2001, cantidad que se distribuirá para programas que faciliten la inserción socal de las mujeres, los dirigidos a prevenir la violencia doméstica y de fomento del empleo y autoempleo y los proyectos en el ámbito rural, entre otros.

Los inmigrantes solicitantes de asilo y refugio recibirán 1.406 millones de pesetas (9%), crédito que permitirá la puesta en marcha de programas de acogida, de apoyo al acceso a la vivienda y al alojamiento, proyectos de orientación legal al colectivo de inmigrantes y aquellos destinados a la atención de menores inmigrantes.

El colectivo de jóvens recibe una subvención de 1.298 millones de pesetas (8%) para la puesta en marcha de iniciativas de integración social, de formación y ayuda al empleo y de educación en valores personales y de promoción de hábitos de vida saludables.

Las ONG que trabajan con drogodependientes perciben 968 millones de pesetas (6%) para desarrollar programas de apoyo y mantenimiento de los recursos asistenciales y de reinserción e iniciativas de prevención en zonas marginales de alto riesgo.

Los programas de formaión de voluntarios reciben 773 millones de pesetas, los programas de inclusión social 813 millones y los proyectos destinados al pueblo gitano 427 millones. Por último, a las personas reclusas se han destinado 447 millones de pesetas y al colectivo de afectados por el sida 464 millones.

Juan Carlos Aparicio destacó también que en el año 2001, son 22 el número de entidades que reciben más de 100 millones de pesetas, mientras que 39 ONG perciben entre 50 y 100 millones de pesetas. Hecho, que a juicio de ministro, refleja una vez más, la consolidación de las ONG y asocaciones de implantación estatal que, con un importante número de voluntarios, supone la creación de puestos de trabajo.