El juez de instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, tomo declaración por videoconferencia al jefe operativo de la Policía en calidad de testigo. González Jiménez aseguró que se limitó a recibir información sobre la llegada de un vuelo a bordo del cual viajaba un líder del Polisario del que no conocían la identidad.

Según su declaración, fue el comisario general de Información, Eugenio Pereiro, quien le facilitó esta información, pero la identidad del viajero la conoció a través de los medios de comunicación más adelante. El juez investiga en este caso la comisión de los presuntos delitos de prevaricación, falsedad y encubrimiento.

Pereiro ya declaró ante el juez que tuvo conocimiento de la llegada del líder saharaui poco antes de su entrada en España con documentación falsa. Al juez le dijo que supo del asunto gracias a las revelaciones de un confidente y que informó de ello al DAO, quien en su declaración ha negado conocer la identidad del viajero.

Gali estaba en ese momento reclamado por la Audiencia Nacional por delitos de torturas y genocidio, pero en vez de identificarlo se articuló un dispositivo de seguridad en torno a él durante su traslado desde la Base Aérea de Zaragoza y el tiempo en que estuvo en el hospital, donde ingresó bajo una identidad ficticia.

El DAO de la Policía no dio relevancia la información recibida y, en consecuencia, no comunicó estos datos a ningún superior, ni a los responsables del Ministerio del Interior, excluyendo así de cualquier responsabilidad al responsable del departamento, Fernando Grande Marlaska.

Este lunes también declaró un inspector jefe del Grupo de la Comisaría General de Información responsable de identificar a Gali en el hospital y que aseguró que hasta el día 5 de mayo el Ministerio del Interior no admitió de forma oficial que la persona que se trasladó a España a bordo de un vuelo proveniente de Argelia para ser tratado de coronavirus en el Hospital San Pedro de Logroño era Brahim Gali.