LA MATERNIDAD, PRINCIPAL CAUSA DE DISCRIMINACION EN EL TRABAJO

- El IESE y Adecco piden más imaginación a las administraciones públicas para conciliar vida familiar y laboral y mayor flexibilidad al empleado

MADRID
SERVIMEDIA

Las mujeres jóvenes que son madres o pueden serlo sufren las mayores discriminaciones para acceder a un trabajo, según un estudio elaborado por los profesores del IESE Nuria Chinchilla y Steven Poelmans, patrocinado por la Fundación Adecco.

El estudio se ha hecho mediante 1.500 cuestionarios realizados a directores de recursos humanos de empresas, de los que contestaron el 28%.

La experiencia del candidato y su capacidad de comunicación son los factores más valoradospor los responsables de contratación, mientras que el sexo "siempre es el factor menos importante. No existe discriminación pura por razón de sexo".

No obstante, lo que sí se desprende del estudio, según explicó Chinchilla, es que se discrimina la maternidad, aunque existen importantes diferencias entre las empresas.

Así, aquellas que han contado con mujeres que han sido madres y que posteriormente han seguido en la compañía, no tienen apenas problemas para contratar mujeres jóvenes que pueden se madres, a pesar de que puedan tener que cogerse las 16 semanas de baja por maternidad a las que da derecho la ley.

Del mismo modo, cuanto mayor es el tamaño de la empresa y más mujeres hay en su seno, "menos se tiene en cuenta la situación familiar", ya que "hay más colchón" para afrontar las bajas y se convierte ese problema en "algo secundario" porque se conoce que se puede afrontar. Además, a mayor competitividad de la empresa menos se tienen en cuenta las situaciones familiares, la edad y el géneo del candidato al empleo.

En el caso de que los candidatos tengan igual experiencia y capacidad comunicativa -los dos rasgos más valorados-, se opta más por los jóvenes y por los varones; si todos son mayores, se prefiere a las mujeres; si todos están casados y con hijos, se opta en un 90% por hombres si son jóvenes, y prácticamente en la misma proporción entre hombres y mujeres si son mayores.

Con estos datos, los autores del estudio concluyen que lo que se discrimina es la maternidad, dado queen caso de personas mayores se opta mayoritariamente por la mujer, de lo que desprenden que no se discrmina a las féminas por serlo, sino porque pueden ser madres.

La mujer joven, con pareja y con hijos o en edad fértil es la más discriminada, lo que evidencia el perfil "cortoplacista y economicista" de las empresas, que olvidan la fuente de "conocimientos, experiencia, gestión, organización, negociación y capacidad de delegar" que supone el afrontar la paternidad o la maternidad.

IDEAS CREATIVAS

Ante esta situación, los autores conminaron a los poderes públicos y las empresas a buscar "ideas con creatividad", así como a los padres a ser más flexibles.

Chinchilla recordó que en el norte de Europa existe un permiso de paternidad de un mes totalmente independiente del de la madre, pero reconoció que el mayor problema para la empresa que tiene una trabajadora que es madre no es el coste, sino encontrar su sustituto.

Por ello, propuso a la Administración que facilite a las empresas sustituts que estén en el paro, lo que mejorará su cualificación, ayudará a la empresa y ahorrará dinero al erario público.

La autora negó que introducir elementos para conciliar la vida familiar y laboral en los convenios colectivos sea la solución, dado que introduciría rigidez. Hay empresas flexibles, como Vodafone, citó Chinchilla, que remuneran jornadas de seis horas como si fueran de ocho, lo que deja contento al empleado, mejora su eficiencia y le hace tener un agradecimiento para la empresa que repercte en su fidelidad.

Otro de los factores a tener en cuenta es el alargamiento de la jornada laboral que se produce en España. "Hay que acabar con lo de dejarse el hígado en el trabajo", como se hacía anteriormente, en términos de horario. "Es un vicio estar jornadas eternas con el que hay que acabar", añadió.

A su juicio, se debe fomentar un "cambio cultural" para evitar, por ejemplo, las comidas de más de dos horas, principalmente en las metrópolis, de forma que se coma en menos tiempo que permiiría irse antes a casa.

Por último, se incidió en la falta de representatividad de las mujeres en los cargos de dirección de las empresas. Sólo un 18% de las empresas de más de 10 trabajadores tienen una mujer como gerente, mientras que sólo el 4% de los sillones de los consejos de administración o comités de dirección es ocupado por féminas.

(SERVIMEDIA)
27 Mayo 2003
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