El avance del índice total que elabora el instituto alemán HWWI fue, en 2007, de un 28,2%, cifra que sitúa el ejercicio pasado como el segundo más inflacionista desde 1980 sólo superado en 1994 (31,1%).

Entre los factores que han contribuido a esta situación destacan la demanda de cultivos para la producción de agrocombustibles, la reducción de la oferta derivada de las condiciones meteorológicas adversas y la creciente demanda de los países en vías de desarrollo por el aumento en los niveles de renta y cambios en los patrones de consumo tradicionales.

El aumento en las cotizaciones de mercado el año pasado estuvo liderado por las semillas de aceite y el aceite (43,8%), reflejando en parte la mayor demanda de semillas oleaginosas para la producción de biodiésel y de cereales (33,6%), que han sido objeto también de una demanda creciente por su carácter de materia prima para la producción de bioetanol.

La escalada en el precio de los alimentos en la eurozona en 2007 fue particularmente intensa en el segundo semestre, con máximos de crecimiento en los meses finales del año, de forma que la tasa interanual aumentó desde el 13,2% de enero al 42,4% de diciembre.

La evolución de los precios internacionales de los alimentos el año pasado afectó notablemente a la inflación del área del euro, que pasó de un 1,8% en julio a un 3,1% en diciembre.

Estas presiones alcistas se concentraron de forma especial en tres rúbricas: Leche, queso y huevos, Aceites y grasas y Pan y cereales, que entre julio y diciembre aceleraron su progresión interanual en 9,8, 9,1 y 4,6 puntos respectivamente.

En concreto, la rúbrica de Leche, queso y huevos contribuyó a un 16,4% del repunte de la inflación total en la zona entre julio y diciembre de 2007, contribución que fue de un 9,0% en el caso de Pan y cereales y de un 3,9% en el caso de los Aceites y grasas.