Los hechos ocurrieron a última hora de ayer tarde cuando Gregorio Rodríguez empuñó un martillo y, sin mediar palabra, comenzó a asestar golpes en la cabeza de Josefa Martín. Según los primeros indicios, se trató de un acto realizado en estado de locura, ya que el agresor podría padecer alguna enfermedad de tipo mental.

Después de matara su mujer y dejarla en la cama de matrimonio en medio de un charco de sangre, arremetió contra sus hijas, quienes padecen una minusvalía psíquica. La pimera víctima fue Mari Carmen Rodríguez Martín, de 37 años de edad, a la que también le golpeó la cabeza con el martillo, produciéndole heridas graves con salida de masa encefálica. Gregorio Rodríguez hizo lo mismo con otra de sus hijas, Elsa, de 30 años, que también resultó herida grave.

Tras los trágicos acontecimientos, llegó a la casa el otro hijo e la pareja, Juan, de 39 años, que también padece trastornos mentales. Tras observar lo que había sucedido, salió de la casa pidiendo auxilio y consiguió contactar con la Guardia Civil del municipio, que se desplazó al domicilio familiar.

Mientras llegaban, el padre de la familia se había subido a la azotea y se había colgado de una cuerda, muriendo por asfixia. En la localidad del sur de Gran Canaria nadie se explica lo que sucedió, ya que todos afirman que era una familia que se llevaba bien, que notenían problemas económicos y que no se habían producido antes discusiones con violencia.

Según el parte del Hospital Insular, donde se encuentran internadas las dos hermanas, Mari Carmen Rodríguez se encuentra en estado muy grave, y los médicos han expresado su temor de que no sobreviva a las próximas horas ya que ha perdido parte de su masa encefálica. Su otra hermana, también se encuentra en estado grave, aunque de momento no se teme por su vida.