El móvil del crimen, según relató el agresor a la policía, fue una discusión entre ambos hermanos por unos pantalones vaqueros. Sin embargo, según explicaron a Servimedia algunos vecinos del inmueble, eran habituales las peleas entre el hermano mayor, los dos menores y el padre, Antonio Pérez, jubilado de mediana edad que vivía con ellos y que, según los vecinos, hace un año había abandonado la bebida.

La madre, que desde hace años no resdía en el domicilio familiar y que ejercía la prostitución, según los vecinos, apareció ayer tarde en la vivienda en busca de su hijo mayor, Antonio, que desde hace algunos meses residía con ella y que había abandonado la casa porque había tenido problemas con el actual compañero de su madre.

Alrededor de medianoche, los vecinos oyeron voces en el domicilio de la familia Pérez, aunque como ya estaban acostumbrados a las peleas no hicieron caso. Minutos más tarde, una vecina que estaba aparcando el coce, delante del número 29 de Campotejar, vio salir al supuesto agresor con lágrimas en los ojos, dirigirse a un contenedor cercano y arrojar algo en él.

A continuación, según el relato de esta vecina, una persona a la que no pudo identificar llamó a "Angelito" desde el portal para que volviera a la casa. El presunto agresor volvió a entrar en el portal y minutos después se escucharon voces de una mujer desde el piso donde ocurrieron los hechos: "¡Mi hijo, mi hijo, han matado a mi hijo!".

Varios cohes patrulla de la policía acudieron al lugar del suceso y detuvieron a Angel Pérez, que según los agentes estaba manchado de sangre y repetía continuamente que había sido él. Antes de ser trasladado a la Sección de Homicidios, fue asistido de lesiones leves en un centro médico. En el salón, los policías recogieron un cuchillo de cocina ensangrentado, supuestamente el arma con el que se cometió el crimen.

Además de la herida mortal -una puñalada en la región precordial-, la víctima presentaba otras leiones por arma blanca. El cadáver, tendido en el suelo sobre un charco de sangre, se encuentra en el Instituto Anatómico Forense, donde esta mañana se le estaba practicando la autopsia.

Ninguno de los familiares, el padre, la madre y una hermana, que se encontraban esta mañana en la vivienda quisieron hacer declaraciones sobre lo sucedido. La madre sólo dijo a Servimedia: "Déjeme en paz. Tengo un hijo muerto y otro en la cárcel". Un hombre que acompañaba a la madre aseguró que la familia estaba esperado el permiso para poder visitar al hijo detenido.

FAMILIA CONFLICTIVA

Según dijo a Servimedia una de las vecinas del inmueble, la familia era muy conflictiva y aunque nunca se habían metido con los vecinos discutían mucho y una de las hermanas tenía problemas con la droga. En total eran cinco hermanos, aunque las dos hermanas no viven desde hace tiempo en el domicilio donde ocurrieron los hechos.

Los hermanos protagonistas del suceso no paraban mucho en el barrio, una zona de viviendas de alquler del IVIMA para el realojo de chabolistas conocida como "la meseta de Orcasitas", aunque al supuesto agresor se le veía habitualmente con gente relacionada con el tráfico de drogas en el bar de la estación de cercanías de Orcasitas, a pocos metros de su casa, según varios vecinos.

Otra vecina explicó a Servimedia que la familia residía en la vivienda desde hace ocho años y procedía de un poblado chabolista del pueblo de Fuencarral. Asimismo, indicó que antes de vivir con el padre, los cinco hijos etuvieron acogidos en un colegio de San Fernando de Henares, tutelados por la Comunidad de Madrid.

Las mismas fuentes señalaron que, precisamente, el hijo muerto era el más sano, el más sensato y no aprobaba muchas de las actitudes de sus dos hermanos pequeños, que en numerosas ocasiones pegaban a su padre para quitarle el dinero de la pensión y luego permanecían temporadas sin aparecer por la casa.

"Lo que yo veo inaudito es que haya tenido que suceder una cosa así para que la policía tome medida, porque el padre ya había presentado varias denuncias contra sus hijos pequeños por agresiones", aseguró otra vecina del inmueble. "Yo siempre pensé que algo iba a pasar, algún día, pero nunca sospeché que fuera entre los hermanos; siempre pensé que los hijos iban a hacerle algo al padre", puntualizó.