Los autores del informe han analizado 160 espacios y un total de 7.200 minutos. De esos 160 espacios, 76 vulneran el Código en algún aspecto (publicidad, autopromoción, contenidos o señalización), lo que supone un total de 4.525 minutos (el 63% de la programación). En 84 espacios (2.675 minutos) no se han detectado deficiencias.

El 63% de programación que atenta contra el código representa un descenso respecto al estudio que hizo TAC el año pasado, en el que el incumplimiento alcanzó el 72%. Los autores atribuyen esa mejoría a la desaparición este año de varios conocidos espacios del corazón en distintas cadenas.

El código establece que en el horario de superprotección (de 17.00 a 20.00 horas.), se debe evitar la utilización instrumental de los conflictos personales y familiares como espectáculo, creando desconcierto en los menores. También recuerda que hay que evitar los mensajes o escenas de explícito contenido violento o sexual que carezca de contenido educativo.

TAC hace una mención a TVE-1 y dice que es "alarmante" que una televisión pública "se nutra de culebrones de escasa calidad y conductas poco adecuadas para niños y adolescentes, como 'Marina', y del periodismo sensacionalista y lejano al verdadero servicio público de 'España Directo'".

De Telecinco, comenta que "ha vuelto a hacer gala de su liderazgo en telebasura". "No ha tenido ningún problema en vulnerar el código en cada uno de sus programas. Desde el culto al cuerpo, la frivolidad y el sexo implícito y explícito de 'Mujeres y hombres y viceversa' a la crónica negra y rosa de 'Está pasando'". De Cuatro, Antena 3, La 2 y La Sexta, TAC indica que "piensan en el público joven, pero no en el infantil.

El presidente de la entidad catalana de televidentes, Josep María Guerra, señaló que "una vez más, desde TAC pedimos a las televisiones y al Gobierno que se tomen en serio los pactos que realizan".

"El Código se firmó hace casi cuatro años, y no se ha notado en nada su vigencia. No puede engañarse continuamente al espectador con promesas que nunca se cumplen. Menos cuando se está hablando de proteger a la infancia de modelos asociales y consumistas. Por eso, solicitamos, de nuevo, que realmente se tenga en cuenta a los niños y niñas en la programación de tarde".