Aunque se han diagnosticado cerca de medio centenar de diferentes tipos de alteraciones, las más habituales son el insomnio y las que afectan a la respiración, aunque algunas causas de los trastornos del sueño son de índole ambiental o tienen su origen en los malos hábitos o la ingestión de hipnóticos y alcohol.

Otras alternaciones enos frecuentes son la narcolepsia, que se manifiesta a través de ataques súbitos e irresistibles de sueño; el síndorme de piernas inquietas, que consiste en contracturas musculares periódicas de las piernas durante el sueño, y la somnolencia diurna de origen desconocido.

Según el doctor Joaquín Durán, miembro del grupo de estudio sobre "Trastornos del sueño" de la Separ y de la Unidad de Sueño del Hospital Txagorritxu de Vitoria, muchos de los problemas para descansar por las noches están relacionado con el estilo de vida actual en los países desarrollados.

El doctor Durán destacó que si bien en España se han impuesto horarios de trabajo europeos, muchas personas continúan acostándose tarde. A su juicio, la televisión contribuye a que esto sea así programando espacios o películas que resultan atractivos para los telespectadores en horarios casi de madrugada. Asimismo, destacó la influencia negativa del estrés.

Otra de las irregularidades asociadas al sueño que destaca la Separ son los ronquios, ya que en España aproximadamente la mitad de los hombres y cerca de un tercio de las mujeres roncan casi a diario.

En ocasiones los ronquidos se acompañan de interrupciones de la respiración que pueden, según su severidad y duración, llegar a cusar problemas de salud. Los especialistas se refieren a esta disfunción con la denominación de Síndrome de Apnea del Sueño (SAS).

Un estudio realizado en Vitoria sobre una muestra de 1.100 varones de 30 a 70 años reveló que el 7 por ciento de ellos padcía SAS. Entre las mujeres, la prevalencia tiende a ser considerablemente menor -aproximadamente la mitad- que en los hombres, si bien las diferencias tienden a igualarse a partir de la menopausia.

En los casos en los que los trastornos del sueño sean leves, la Separ recomienda no tomar alcohol y café, sobre todo después de las cinco de la tarde, o evitar comidas copiosas antes de acostarse.

Respecto a la siesta, el doctor Durán propone no alargarla más de 30 o 45 minutos, ya que las siestas exceivamente largas pueden tener un efecto contraproducente sobre el ritmo del sueño nocturno.

Los especialistas recomiendan que los casos de insomnio crónico sean tratados siempre por el médico. Aunque en algunos casos los facultativos recetan hipnóticos, advierten que no conviene automedicarse ni acostumbrarse a ellos, por los problemas de dependencia que generan y las dificultades para su supresión.