La incontinencia urinaria provoca un trastorno mayor que la hipertensión, la diabetes o el infarto en la calidad de vda de los afectados, según el citado estudio.

Esta afección produce alteraciones en la vida social de las personas que la sufren. Más del 50 por ciento de los afectados "se han visto obligados a modificar por completo algunas actividades tan cotidianas como correr, ir de paseo o viajar".

El doctor Miguel Angel Jiménez Cidre, director del CEIN, manifestó que "la calidad de vida de los incontinentes se ve trastocada en áreas tan dispares como el sueño, que se altera por la necesidad de levantarse vrias veces durante la noche, o las relaciones sexuales, que a veces se evitan por el miedo a las pérdidas de orina durante esa relación".

El estudio -realizado con una muestra de 300 personas de 19 ciudades españolas- desvela que la incontinencia urinaria afecta psicológicamente a todas las edades. Aunque es el colectivo de personas mayores de 70 años el que más limitaciones encuentra en su vida social, un 55 por ciento de los afectados activos profesionalmente afirma "vivir con preocupación el trabaj fuera del hogar".

Los incontinentes suelen vivir las pérdidas de orina como "un problema vergonzante", ya que según el informe un 21 por ciento de los afectados nunca ha comentado su problema con nadie, ni siquiera con el propio cónyuge o en el entorno familiar. El doctor Jiménez Cidre declaró que "muchas personas afirman vivir su situación entre la resignación y el pudor, aislándose de la sociedad".

Los datos aportados por el CEIN revelan que la mayoría de los afectados "no conoce el motivo rea de su incontinencia y consideran la edad como el desencadenante principal de su enfermedad".

La incontinencia urinaria puede ser una enfermedad transitoria o permanente y responde a una serie de causas tales como fallos en los mecanismos de contención de la uretra y la vejiga.

En la mujer, puede producirse por cambios en el aparato genital y urinario a causa del parto, de la edad o de la aparición de la menopausia; y en el hombre, por enfermedades de la próstata. La diabetes, lesiones medulares,trombosis o hemorragias cerebrales pueden afectar por igual a ambos sexos.