MAS DE 600 MILLONES DE PERSONAS VIVEN EN CONDICIONES QUE AMENAZAN SU SALUD Y SUS VIDAS EN LAS CIUDADES DEL TERCER MUNDO

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 600 millones de habitantes urbanos de los países del Tercer Mundo viven en condiciones que amenazan su sald e incluso sus vidas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados por Medicus Mundi en un informe elaborado con motivo de la celebración, mañana domingo, del Día Mundial de la Salud que este año se centra en las llamadas "Ciudades Saludables".

El informe de Medicus Mundi indica que el número de personas que vivirá en ciudades en todo el mundo excederá, a finales de este siglo, el número de habitantes de las zonas rurales por primera vez en la historia de la humanidad.

Est fenómeno será extensible a los países en vías de desarrollo, que en el año 2000 tendrán unas 35 ciudades con más de 5 millones de habitantes y 11 con entre 20 y 30 millones de personas.

La elección de las ciudades como lema central del Día Mundial de la Salud viene dada por los terribles efectos sanitarios que está desencadenando este boom urbano, que la OMS llega a comparar con los que generan "los conocidos jefes del ejército de la muerte: el paludismo, la tuberculosis, las enfermedades coronariasel cáncer".

Las ciudades son un caldo de cultivo ideal para el sida, el abuso de drogas, los probelmas mentales y enfermedades transmisibles como las del aparato gastrointestinal y las vías respiratorias. A ellas hay que sumar el estrés, los accidentes de tráfico, las lesiones, intoxicaciones y quemaduras que, en gran parte, están asociadas al medio urbano y a sus modos de vida.

SANEAMIENTO Y AGUA

La escasez de agua y la falta de saneamiento, la contaminación atmosférica, la falta de recursos ara la recogida y el tratameinto de la basura y el chabolismo acentúan los problemas sanitarios de las grandes urbes. Así, el estancamiento del agua debido al drenaje insuficinte conduce en las ciudades del Tercer Mundo a una continuada mortalidad por enfermedades feco-orales, esquistosomiasis urbana e infecciones transmitidas por mosquitos como el paludismo o la fiebre dengue.

Naciones Unidas calcula, por ejemplo, en el Asia meridional hay unos 280 millones de personas que carecen de agua apta para e consumo y más de 800 no tienen acceso ni siquiera a servicios de saneamiento básico.

La contaminación causada por el tráfico está provocando graves problemas en ciudades como Méjico D.F, donde el Gobierno se ha visto forzado a diseñar un superprograma para conseguir que, hacia el final del milenio, haya 300.000 casos menos de enfermedades respiratorias agudas al año.

El Chabolismo y la infravivienda sew da especialmente en Africa, donde sólo el ocho por ciento de las casas pueden ser calificadascomo viviendas estándar, y Latinoamérica, donde países como Argentina tienen un déficit de viviendas tal que se precisaría construir 100.000 viviendas anuales durante 30 años para solucionar el problemas.

Los pobres, que en los países en vías de desarrollo constituyen la mitad de la población urbana, y los niños de la calle, cuya cifra se eleva a 20 millones sólo en América Latina , son dos de los grupos especialmente vulnerables a las enfermedades urbanas. A ellos hay que sumar los jóvenes, las mujees y los discapacitados, según el informe de Medicus Mundi.

LA OMS propone una una serie de medidas para mejorar la salud urbana. Entre ellas figura la aplicación de medidas correctoras que incentiven la desconcentración de las industrias y el fortalecimiento del papel de la autoridades locales para que puedan aplicar políticas urbanas satiosfactorias en temas como el de la vivienda y el abastecimiento de agua, la contaminación del aire o el suministro de alimentos.

Apuesta, también, por potencia la atención primaria de salud y ahonda en el desarrollo de las llamadas "redes de ciudades para la salud", gracias a las cuales los municipios pueden compartir experiencias para la aplicación de políticas estratégicas destinadas a paliar la crisis derivada del crecimiento urbano.

La OMS insiste, además, en la necesidad de controlar la natalidad. Un ejemplo: si en países como Tanzania no incrementan el gasto destinado a la planificación familiar verán cómo sus actuales 25 millones de personas pasarán116 en el año 2000.

(SERVIMEDIA)
06 Abr 1996
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