La gerente de este Proyecto, Irene Domínguez, explicó los objetivos que se persiguen con este programa, como facilitar el empleo a personas en riesgo de exclusión social (residentes en el municipio de Zamora y especialmente las mujeres), y ofrecer a los usuarios del proyecto una formación integral en la prestación de servicios de atención a personas dependientes o personas con riesgo de exclusión social, y así favorecer su inserción en la vida laboral.

En total, el número de acciones formativas desarrolladas gracias a este Proyecto ascendió a 42, y hasta el momento 60 beneficiarios han conseguido algún contrato de trabajo, en materias relacionadas con la formación que recibieron.

Previamente a la intervención de Irene Domínguez, se desarrolló la mesa redonda sobre las buenas prácticas en atención a la dependencia y a la autonomía personal.

En ella, la directora territorial de Fundosa Social Consulting en Castilla y León, Begoña Grijalvo, dijo que la Ley de Dependencia, a pesar de que parecía ser un yacimiento de empleo, no ha generado nuevos puestos de trabajo para las personas con discapacidad "porque muchos son incompatibles".

"Nosotros formamos y orientamos a la persona con discapacidad hacia el empleo y analizando el perfil de nuestro colectivo, la Ley no nos sirve", añadió. En este sentido, dijo que el talón de Aquiles de la inserción laboral de las personas con discapacidad "es la formación, pero debemos ser optimistas y estar esperanzados".

Por su parte, el director de la Residencia Dolores Castañeda de San Fernando (Cádiz), Roberto Suárez, definió a los cuidadores informales como los que "llevan el peso de los cuidados de las personas en situación de dependencia".

Suárez citó un estudio del perfil de los cuidadores de la Junta de Andalucía, extrapolable al resto de las comunidades autónomas, y señaló que "tan solo un 6,5% del cuidado de la atención a la dependencia se recibe de los servicios sociales y el resto es por parte de los cuidadores informales", siendo la familia, la principal fuente de provisión de cuidados.

A continuación, el consejero de Administración de Caser Residencial, Valentín García, centró su ponencia en los profesionales de la atención residencial y dijo que éstos deben estar perfectamente cualificados, tener una motivación e implicación especial y una "enorme" calidad humana, porque "esto no es trabajar en una ferretería". Aún así, admitió que el sector "tiene un gran problema de rotación, debido a que está muy mal retribuido".

Para que una residencia funcione se necesita personal muy organizado, donde el médico debe ser capaz de transmitir "confianza y seguridad" tanto al residente como a la familia, indicó Valentín García.

"Estamos en un proceso de convencer a las administraciones para intentar dignificar el sector que probablemente pase por un incremento de tarifas", añadió.

En este sentido, el consejero de Caser Residencial dijo que el sector "es un gran demandante de empleo, gratificante profesionalmente y evoluciona hacia una especialización en discapacidad, alzhéimer, psicogeriátricos, etc".

Esta jornada sobre "La atención a personas dependientes: una vía de futuro para el empleo", organizada por la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Zamora, se ha dirigido a los usuarios beneficiarios de las acciones del Proyecto Cauces para el empleo; responsables políticos y técnicos del ámbito social, sanitario y educativo; profesionales del sector de la dependencia; y estudiantes interesados en orientar su formación profesional.