Según una reciente investigación realizada por la página web Broadband Expert, las velocidades reales de los productos de Internet de alta velocidad eran con frecuencia menos de la mitad de las que los proveedores anunciaban en su publicidad.

Por ello, Ofcom, el organismo supervisor del sector de la telecomunicación en el Reino Unido, advirtió que iba a aprobar una normativa contra esta práctica engañosa.

Un estudio publicado esta semana en el Reino Unido, también reveló que existen importantes diferencias entre las velocidades que pueden lograrse en grandes ciudades y en el ámbito rural.

En virtud del código que acaban de suscribir, las empresas firmantes se comprometen a dar a los clientes una información precisa sobre la velocidad real de sus productos de Internet de banda ancha.

En el caso de que la velocidad no se corresponda con la de un producto de alta velocidad, facturarán el precio de un producto de menor velocidad, o resolverán los problemas técnicos que estén enlenteciendo la conexión.

Ofcom ha anunciado que realizará una amplia encuesta sobre las velocidades reales de la banda ancha en el Reino Unido, con el fin de determinar la precisión de la información facilitada por la publicidad, y en caso de observar discrepancias proyecta aprobar normativa obligatoria para que las empresas informen de forma precisa sobre este aspecto.