Estos periodistas confesaron sufrir síntomas característicos de problemas de salud mental, como el estrés, la imposibilidad de conciliar el sueño, así como crisis de ansiedad. Esla primera vez que este informe incluye esta pregunta para interesarse sobre la salud de los periodistas y comunicadores madrileños.

Los informadores señalan que el desgaste emocional que padecen se debe a las presiones que sufren desde el poder político y el económico a la hora de elaborar sus informaciones porque les crea problemas éticos, pero, sobre todo, destacan que detrás del estrés y de la ansiedad están las malas condiciones laborales, los horarios interminables y los sueldos escasos. El 61% denuncia que trabaja más de 40 horas semanales.

Tres cuartas partes de los encuestados confiesan haber recibido presiones para cambiar informaciones relevantes y el 10% dice que las recibe de manera habitual. También denuncian que hay falta de independencia política y económica en los medios. En el lado de los profesionales que se dedican a la comunicación, el 70% dice que su trabajo es presionar a los periodistas y el 15% que lo hace con frecuencia.

El informe vuelve a ahondar en la situación de las mujeres en el periodismo y destaca el hecho de que las periodistas contratadas por medios informativos alcanza el 52% y han superado en número a los hombres, después de haberlos igualado hace un año. En realidad, su porcentaje no ha dejado de crecer desde 2019 cuando eran el 43% de entre los periodistas que contestaban la encuesta y que tenían un contrato.

"Sin embargo, las mujeres siguen sin llegar a los puestos de dirección en los medios. Cuando se consideran los 100 medios más relevantes del país en términos de audiencia, se ve que solo 23 de ellos están dirigidos por mujeres. Y debe reseñarse que 13 son los servicios informativos de radio y televisión, principalmente públicos", resaltó Palacio en la presentación del informe.

Uno de los aspectos más positivos que revela la encuesta profesional este año es el importante descenso de los falsos autónomos en periodismo, es decir, aquellos periodistas dados de alta como autónomos y que trabajaban integrados en la estructura de un medio informativo, cumpliendo horarios y en muchos casos con lugar de trabajo propio, pero sin estar dados de alta. Así, los falsos autónomos en periodismo pasaron del 20 al 6% este año.

El 7% de los que han contestado la encuesta han perdido su empleo y tratan de retomar su vida laboral provienen en su mayoría de empresas periodísticas (70%) y reconocen que tienen muy difícil volver a trabajar. El 39% son antiguos empleados en gabinetes de prensa o departamentos de comunicación.