MAS DEL 30 POR CIENTO DE LOS ACCIDENTES DE TRAFICO DE PRODUCEN POR DISTRACCION DEL CONDUCTOR
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Más del 30 por ciento de los accidentes de tráfico ocurridos en las carreteras españolas se producen por distracción del conductor, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) basados en la opinión de los agenes que intervinieron en accidentes ocurridos entre enero y septiembre de 1995.
Un artículo que publica el último número de "Tráfico", la revista oficial de la DGT, señala además que el 20 por ciento de los accidentes en los que hubo víctimas mortales son atribuibles a las distracciones.
La revista muestra todo un catálogo de circunstancias, situaciones, objetos o preocupaciones personales que pueden provocar una distracción que acabe en accidente y apunta, por ejemplo, que "se puede 'ir el santo l cielo' si, mientras se conduce, se elabora mentalmente la lista de la compra o se busca la mejor ubicación en el salón para el mueble recién adquirido".
Algunos estados emocionales también pueden ser malos compañeros de viaje, como pensar en "la última regañina con el jefe, la preocupación por si renuevan el contrato de trabajo a nuestro hijo o el recuerdo del último ligue", consideraciones todas ellas que "nunca deben ocupar un asiento en el vehículo".
Asimismo, el cansacio y el estrés son tereno abonado para que surjan distracciones y el consumo de alcohol, drogas o fármacos pueden llevar a situaciones de activación física muy baja o de euforia que alteran la capacidad de atención.
Tampoco debe olvidarse que, aunque el tabaco sea un placer para los fumadores, cuando se está al volante encender un cigarrillo, sujetarlo o pagar la colilla son acciones muy peligrosas, según el estudio de "Tráfico".
El artículo alerta también contra el teléfono móvil y señala que tanto su manipulación coo el acto mismo de conversar deben realizarse con el coche parado.
Otras actividades que deben evitarse o con las que es preciso tener cuidado son la consulta de mapas, jugar con el perro, matar una avispa, intentar separar a los niños que regañan, quedarse mirando un accidente, contemplar el paisaje o hablar acaloradamente con el acompañante".
Para ilustrar los efectos de una distracción en la conducción, la revista muestra que, viajando a 100 kilómetros por hora, perder la atención en la carretra durante dos o tres segundos supone desplazarse una distancia equivalente al campo de fútbol del Camp Nou antes de empezar a frenar.
(SERVIMEDIA)
29 Mar 1996
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