Según la Aeme, que ha celebrado este fin de semana en Madrid su primer congreso, los propietariosde estos bares se acogen al derecho de admisión para no servir a aquellas personas que, por su acento, parecen árabes. Por ello, ha pedido a las autoridades españolas que contemplen el racismo y la xenofobia como un delito.

Un redactor de la agencia Servimedia pudo observar cómo en el bar "La madrileña", situado en la plaza Tirso de Molina, se negaban a atender a un ciudadano marroquí.

Respecto al proceso extraordinario de regularización, la Aeme considera que es "insuficiente" y asegura sentirse"engañada, porque las estadísticas que presenta el Gobierno sobre el número de regularizados son falsas".

Esta organización estima que sólo un 15 por ciento de los inmigrantes que han solicitado la regularización la conseguirán, "ya que los requisitos que se exigen son imposibles para la mayoría".

Además, insistieron en que la campaña de información que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social puso en marcha no ha sido eficaz en muchas zonas de España.

El abogado de la asociación, Daniel artínez Otero, señaló que a partir del próximo 10 de diciembre, fecha en la que finaliza el plazo, "empieza el calvario para los extranjeros".

"Para aquellos que no tengan los papeles", agregó, "significará la expulsión directamente y para los que los tengan será mantener el empleo con la única finalidad de poder renovar la tarjeta el año próximo".