La protesta, impulsada por las asociaciones que integran el Consejo Estatal del Pueblo Gitano, partió de la glorieta de Rubén Darío, en medio de vivas al pueblo gitano.

Una pancarta con el lema "Gitanos europeos contra el racismo" encabezaba la marcha, que concluyó en la sede de la Embajada de Italia en España.

Durante el recorrido, los manifestantes, llegados a Madrid desde Galicia, Andalucía, Cataluña, Extremadura, Valencia, Aragón y las dos Castillas, corearon eslóganes como "no al racismo", "democracia y libertad", "justicia y libertad", "gitanos de España contra el racismo" y "somos una raza, la raza humana".

Asimismo, decenas de manifestantes portaban la bandera azul y verde del pueblo gitano, que representa el cielo y el campo. También enarbolaban pancartas con lemas como "vergüenza", "Berlusconi=Mussolini" y "gitanos y payos por los derechos humanos". Además, la federación de asociaciones de gitanos de Cataluña desplegó una pancarta con el mensaje de "basta ya de genocicio, a favor de los gitanos italianos".

La manifestación concluyó con una declaración de Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de Unión Romaní, quien pidió a los gitanos que digan "no" al Gobierno italiano y a cualquier gobierno del mundo que ataque al pueblo gitano.

"La gente no puede quedar impávida" ante la quema de campamentos de gitanos en Italia, dijo Ramírez Heredia, quien denunció que "la última fechoría que se está haciendo en Italia es tomar las huellas digitales a los niños gitanos". "Esto nos recuerda a los prolegómenos del holocausto. A los judíos les colocaron la estrella de David y a los gitanos la 'z' de zigoiner (gitano en alemán)", indicó.

Con vivas a los gitanos y a la democracia, y "fueras" a los racistas y a los nazis, el presidente de Unión Romaní dio por finalizada la protesta e invitó a los gitanos a volver a "sus casas y sus territorios".