MÁS DE 1700.000 PERSONAS DE LOS GRANDES LAGOS SE BENEFICIAN DE LA AYUDA DE CRUZ ROJA, DIEZ AÑOS DESPUÉS DEL GENOCIDIO DE RUANDA

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 1.765.000 personas de la zona de Los Grandes Lagos, en África central, se han beneficiado de los 95 programas de Ayuda Humanitaria y de Desarrollo llevados a cabo por Cruz Roja Española (CRE) desde 1994 para paliar la situación en que quedaron los países afectados por el genocidio de Ruanda.

Este genocidio, ocurrido en 1994, provocó más e 800.000 muertos y el éxodo masivo de más de dos millones de personas a países como el Congo, Tanzania, Burundi y Uganda.

El responsable de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española para África, Jaime Durán, señaló hoy en rueda de prensa que, diez años después de aquella tremenda matanza, el pueblo ruandés está haciendo un gran esfuerzo de reconciliación y, para ello, cuenta con buenos programas encaminados a la consecución de la paz.

El éxito de esta rápida reconciliación radica, dijo, enque se trata de un país que, para resolver sus problemas, "no miró fuera, miró dentro". "Para buscar su solución, ha buscado su tradición", añadió.

Desde el momento en que estalló el conflicto, Cruz Roja Española, en colaboración con las organizaciones de Cruz Roja en Ruanda, Burundi, Congo, Uganda y Tanzania, puso en marcha el Plan Especial para los Grandes Lagos, que prestó especial atención a mujeres y niños, y promovió el desarrollo comunitario y el fortalecimiento de la Cruz Roja de los países afctados.

NIÑOS DE LA CALLE

Se calcula que en Ruanda hay más de 200.000 niños de la calle que huyen a las ciudades escapando del medio rural para buscar una forma de vida, después de que la guerra les dejara sin familia.

Cruz Roja Española trabaja en las zonas rurales para prevenir este éxodo infantil, dando a los niños comida, atención médica y psicólogica, además de escolarizarlos.

En cuanto a la mujer, Cruz Roja lleva a cabo distintos proyectos encaminados a incrementar sus recursos econóicos, a fomentar su autoestima y a potenciar el rol que desempeña dentro de las comunidades, ya que ellas, pese a las dificultades, son las que asumen más responsabilidades y sacan adelante a las familias.

Jaime Durán resaltó la importancia que tuvo esta ayuda inicial en los primeros momentos del conflicto, si bien añadió que es igual de necesaria la ayuda al desarrollo en la zona afectada años después del comienzo de la guerra.

Por este motivo, recordó que países como Burundi, Tanzania o Uganda iguen necesitando ayuda humanitaria y de desarrollo para paliar la situación de pobreza y desarraigo que arrastran desde hace años.

(SERVIMEDIA)
06 Abr 2004
IGA