Marugán destacó el hecho sin precedentes de que "a un ministro la Hacienda Pública le devuelva 430.000 peseas en 1999 por su declaración de la Renta" y exigió al portavoz del Gobierno que cumpla su palabra de hacer públicos sus ingresos correspondientes a 1995, 1996 y 1997 y que diga, al menos, cuantas declaraciones presentó en 1997.

Marugán sostiene que el compromiso financiero y fiscal de Piqué "está plagado de irregularidades" y que su actitud ha estado siempre destinada a "confundir a la opinión pública y nunca a proporcionarle la información que dijo que iba a llevar a cabo".

"A pesar de haberse omprometido a explicar el origen de sus recursos y la cuantía de su tributación a la Hacienda Pública", dijo Marugán, "Piqué no se ha atrevido a hacerlo todavía porque no está en condiciones de explicar el qué, el cómo y cuánto han sido sus ingresos y sus declaraciones a Hacienda".

El dirigente socialista también ha hablado de las "facilidades que Rato y la Agencia Tributaria le han concedido en relación a los pagos que él ha querido declarar".

Fernández Marugán acusó a Josep Piqué de "jugar a laconfusión" por tratar de presentar su "fraudulento comportamiento fiscal y la adquisición de su segunda vivienda en régimen privilegiado" como "utilización legal y transparente de una sociedad instrumental", en referencia a las manifestaciones del portavoz del Gobierno en la entrevista publicada hoy en el diario El País. "Sólo a alguien tan falto de ética como el señor Piqué se le ocurriría utilizar esta picardía tributaria para eludir el pago de sus impuestos sobre la renta y el patrimonio".

El compotamiento de Piqué es un claro "fraude a la ley, una vulneración sistemática de la legislación fiscal", dijo Marugán, quien exigió al portavoz del Gobierno que "cumpla las leyes y deje de exhibir y jactarse de los resultados que obtiene cuando lleva a cabo fraudes de ley".

Finalmente, Fernández Marugán denunció la "permanencia de un defraudador tributario sentado en la mesa del Consejo de Ministros", que sólo es explicable por "la escasa sensibilidad democrática y tributaria del presidente del Gobierno José María Aznar, y del propio Josep Piqué".