MARTINEZ NOVAL DEFIENDE EL LEGITIMO DESEO A EMIGRAR Y RECHAZA LAS POLITICAS DE INMIGRACION REPRESIVAS

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Luis Martínez Noval, defendió hoy, durante el discurso de clausura de la Conferencia sobre Migraciones y Cooperación Internacional de la OCDE, celebrada en Madrid, "el legítimo deseo" de las personas "de trasladarse para alcanzar aquellos niveles de progres y bienestar que se les ofrecen de forma tan atractiva".

Martínez Noval se preguntó sobre la compatibilidad de "impulsar una mayor y mejor circulación de ideas, de capitales, de mercancías y pensar que las personas, que son el fundamento y los destinatarios del resto de los movimientos, permanezcan ancladas, inmóviles".

El ministro se pronunció también sobre el modo en que habitualmente se enfoca la política migratoria. "Con frecuencia" dijo, "se plantea en términos estrictamente negativos: evita los flujos y dar un tratamiento, a los que puedan producirse, estrictamente represivo y sancionador", un planteamiento que, a su juicio, adolece de varias limitaciones.

Añadió que "evitar por completo los flujos migratorios resulta imposible, por más eficaces que resulten los controles en fronteras", porque existen modalidades, como el derecho de asilo o el reagrupamiento familiar, que se traducen en un incremento de inmigrantes.

Sin embargo, dijo que los movimientos migratorios no pueden quedaral margen de una cierta regulación, para "preservar, en primer lugar, los intereses de los propios inmigrantes", porque la historia ha enseñado que las primeras víctimas de los flujos son los inmigrantes.

A juicio del ministro, junto a los mecanismos que se establezcan para que las personas que quieran emigrar puedan ser acogidas, los gobiernos deben cooperar solidariamente con los países de origen de los flujos.

Por su parte, Thomas Alexander, de la Dirección de Educación, Empleo, Trabajo y Asunos Sociales de la OCDE, señaló tras la clausura de la Conferencia que los países occidentales han dejado patente que no pueden absorber la mano de obra extranjera de años pasado y que hay que desarrollar iniciativas para controlar los flujos, aunque "no hay soluciones milagrosas".

El representante de la OCDE añadió que la lucha contra la inmigración clandestina será el desafío para los próximos años porque, además, la inmigración ilegal puede influir en contra de los extranjeros legalmente establecido en los países de acogida.

Respecto a cómo operan los flujos migratorios en épocas de crisis, Thomas Alexander indicó que en los países de la OCDE hace falta mano de obra cualificada, pero los problemas los plantean los trabajadores extranjeros no cualificados, para los que todavía sigue habiendo un segmento en el mercado laboral.

(SERVIMEDIA)
31 Mar 1993
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