Martín Toval, que se define abiertamente 'guerrista', insiste en una entrevista en el diario "El Mundo" que Guerra "ni está muerto ni está en retirada", al tiempo que ataca a los "ínclitos 'enovadores' de nuevo puño" que llevaban "hasta hace muy poco el estandarte de 'guerrista'. Por lo visto, el 'factor humano' les ha hecho cambiar de trinchera para adoptar una posición más ventajosa".

"No me disgusta que me llamen 'guerrista' porque me siento más afín al 'guerrismo' que a esas generalidades de los renovadores, donde hay de todo, como en botica", indica el diputado.

El ex portavoz afirma además que le gustaría decir a voz en grito que el ex vicesecretario general del PSOE es un homre íntegro, y añade: "Le he visto sufrir, acosado y acusado por todos, tragándose el dolor, la frustración, el desengaño, la fuga de los que se decían amigos".

Martín Toval no se muestra especialmente optimista por el preámbulo precongresual abierto en el partido y asegura que "si lo que se pretende es un cambalache de personas, sin un soporte de convicciones comunes, el 33 congreso será una inmensa frustración".

Para el ex portavoz del PSOE, el debate entre 'guerristas' y 'renovadores' es una mecla de formas de ver el socialismo y de "etiquetas nominalistas", pero con la única pretensión actual de tratar de "enmascarar sus deseos de colocar a los compañeros en el puesto que hasta ahora ocupaban otros. Yo comprendo que cara a los 'mass-media las etiquetas y los fulanismos prendan; pero hay que estar en la discusión de las ideas".

Se refiere Martín Toval también a su propio relevo al frente del grupo parlamentario. Al preguntarle qué le agumentó Felipe González para relevarle por Solchaga al fente del Grupo Socialista, Martín Toval responde: "Gran paradoja: la razón que me dio fue...la renovación. Sin duda, yo era renovable. Lo que no sé es si, ante los ciudadanos, Solchaga da una imagen de renovación".