La Agencia Tributaria espera ingresar 715.000 millones de pesetas por las declaraciones positivas y pagar 883.800 millones de pesetas por las negativas, por lo que el saldo negativo para Hacienda ascenderá a 168.000 millones.

La prncipal novedad de esta campaña reside en que estarán obligados a declarar los parados con ingresos superiores a 1.100.000 pesetas, lo que afecta a un colectivo de más de 200.000 personas.

La ventaja más novedosa de esta declaración estriba en que 8,6 millones de contribuyentes podrán efectuarla en un impreso simplificado, de sólo dos hojas, pensado para una mayoría de ciudadanos que perciben casi todos sus ingresos por rentas del trabajo.

Además, para resolver las dudas, Hacienda tendrá disponibl un teléfono de consulta, el 900-333-555, en el que también será posible fijar una cita previa para presentar la declaración evitando aglomeraciones.

Los contribuyentes verán igualmente aumentadas las facilidades para entregar la declaración gracias a que podrán hacerlo en 8.300 sucursales de bancos y cajas de ahorros, y recurrir a las 48 cámaras de comercio como asesores fiscales.