MARRUECOS. ZAPATERO CONFIRMA EN UN ALMUERZO CON SIETE MINISTROS Y UN CONSEJERO DEL REY SU CONVENCIMIENTO DEL EXITO DEL VIAJE

- El primer ministro de Marruecos se muestra dispuesto a considerar el regreso del embajador, y el titular de Exteriores confía en un fuuro con más encuentros que divergencias

RABAT (MARRUECOS)
SERVIMEDIA

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó hoy en un almuerzo con buena parte del Gobierno marroquí su convencimiento de que el viaje servirá para mejorar las relaciones entre España y el país vecino.

Después de entrevistarse con el primer ministro, Abderraman Yusufi, y con el ministro de Exteriores, Mohamed Benaisa, el líder socialista fue invitado a almorzar junto a siete ministros del Gbierno marroquí.

Junto al titular de Exteriores, acudieron a la comida los ministros de Empleo, Economía, Pesca, Educación, Sanidad y Agricultura, además de dos ex ministros y un consejero del rey alahuíta.

Fuentes cercanas al secretario general del PSOE explicaron después que el almuerzo confirmó las buenas expectativas esbozadas ya por Rodríguez Zapatero después de las dos entrevistas oficiales de la mañana.

Después de explicar los motivos de su viaje a los medios de comunicación españolesy marroquíes, la apretada agenda de Rodríguez Zapatero comenzó con una entrevista con el primer ministro en la sede de su Oficina. A esta cita acudieron también la secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, y el embajador español en Rabat, Fernando Arias-Salgado.

Tras algo más de una hora de entrevista, Rodríguez Zapatero explicó que había pedido a Yusufi el "restablecimiento de las relaciones institucionales para que el clima de encuentro se sobreponga a la crisis" y se inicie aí con un buen paso la Presidencia española de la Unión Europea.

Fuentes de la direcicón socialista especificaron después que Zapatero pidió expresamente a Yusufi el regreso del embajador, y que la respuesta del primer ministro fue mostrarse dispuesto a "considerarlo".

En esta primera conversación oficial, explicó Zapatero, ambas partes se mostraron de acuerdo "en la conveniencia de que entre España y Marruecos exista un clima de diálogo, de cooperación, que se rebaje la tensión de las últimas semnas y que se recupere la capacidad de trabajar conjuntamente en muchas cuestiones que afectan a ambos países, a su destino y al bienestar de sus pueblos".

"Le he transmitido que creo además que esa es la posición del Gobierno de España y del conjunto de la sociedad española". "Más allá de los malos entendidos, no tengo duda de que hay un espíritu recíproco de recuperar esa situación", dijo Zapatero. EL GESTO DE BENAISA

Después de la entrevista con Yusufi, Rodríguez Zapatero se desplazó a la sede el Ministerio de Exteriores para ser recibido por su titular, Mohamed Benaisa, hombre fuerte del régimen de Rabat, nombrado directamente por el Rey.

La entrevista concluyó con unas breves declaraciones de Benaisa y Rodríguez Zapatero a los medios de comunicación, un gesto que los socialistas interpretan amistosamente, teniendo en cuenta que la costumbre de las autoridades marroquíes es guardar silencio hasta que el invitado es recibido por el rey.

Rodríguez Zapatero reiteró tras esta entrevista s deseo de que el futuro inminente de la relación bilateral sea "más de encuentros que de desencuentros", y se mostró partidario de un "mayor esfuerzo" de comprensión mutua para defender los intereses de ambos países.

Benaisa suscribió estas palabras "en nombre del Gobierno de Su Majestad" y aseguró que España y Marruecos "tememos que conocernos mejor y tenemos que entendernos más profundamente". Preguntado sobre el posible regreso del embajador y el final de la crisis diplomática, respondió simplement: "vamos a esperar al final del viaje", es decir, a la audiencia que el monarca ofrecerá mañana al líder socialista.

Este gesto fue muy bien acogido por los socialistas españoles, así como el hecho de que los marroquíes se hayan volcado con la delegación de los socialistas españoles el día en que el país celebra el final del Ramadan, una fiesta de importancia similar a la Navidad en el mundo cristiano.

El buen clima de este viaje se palpaba en algunos dirigentes de la Unión Socialista de Fuerzas opulares (USFP), formación a la que pertenece el primer ministro, y que bromeaban durante la mañana bajo sus paraguas y la incesante lluvia asegurando que Rodríguez Zapatero trajo agua a Rabat después de casi tres años de sequía.

Ya después de comer Rodríguez Zapatero se entrevistó con los presidentes de la Cámara de Representantes y de la Cámara de Consejeros. Entre ambos actos le llevaron a visitar la sala de plenos del Parlamento, abierta especialmente para enseñársela, en día festivo.

Tras la entrevistas con Yusufi y con Benaisa y después del almuerzo con siete de los ministros del Gobierno y el consejero del rey, las fuentes informantes aseguraban que Rodríguez Zapatero confirmó su convicción de que esta visita servirá efectivamente para mejorar el necesario clima de entendimiento entre Rabat y Madrid.

(SERVIMEDIA)
17 Dic 2001
CLC