En comparecencia conjunta conla titular de Exteriores, Ana Palacio, el ministro detalló que la operación comenzó tras la orden dada anoche por el presidente del Gobierno, José María Aznar, en contacto con el rey Juan Carlos, y ante la "inutilidad" demostrada de la vía diplomática hasta el momento.

"Al alba, y con tiempo duro de Levante, con fuerte Levante, 35 nudos de viento", relató Trillo, salieron tres helicópteros "Cougar" trasladaron a los 28 soldados hasta el peñón, con el apoyo de otros dos helicópteros "Volkov". Tras posiionarse los soldados, desde los helicópteros se hicieron llamamientos a los militares marroquíes para que entregaran sus armas, lo que hicieron sin que hubiera disparos.

Una hora después, la situación estaba controlada y se izó la bandera española en el peñón. Los seis marroquíes fueron tratados, "de acuerdo con su condición de militar", trasladados a Ceuta y devueltos a las autoridades del país vecino, donde ya se encontraban a las 10 de esta mañana.

Trillo indicó que la isla permanecerá ocupadapor La Legión, cuyos efectivos ya han sustituido a los soldados de operaciones especiales, hasta que el Gobierno lo decida, para devolver la isla a su situación anterior a la ocupación marroquí.

Un buque de la Armada situado en el Golfo de Cádiz tuvo el mando de la operación, coordinando los efectivos de tierra, mar y aire, que apoyaron la misma. El Gobierno estuvo en permanente contacto y coordinación con los jefes del Estado Mayor de la Defensa y los tres ejércitos, así como informando al Rey.

SATSFACCION

Trillo expresó su "satisfacción profunda y sincera por la manera en la que los mandos de las Fuerzas Armadas supieron materializar su permanente disponibilidad para ejecutar las instrucciones dadas por el Ejecutivo".

La operación se siguió teniendo en cuenta "el principio de acción conjunta y así como algunos aspectos del proceso de revisión estratégica, que está llevando a cabo el Ministerio de Defensa y que pronto tiene previsto concluir.

Según el ministro, la intervención se planó contemplando que fuera "una acción con factor sorpresa, que se garantizase el éxito o capacidad resolutiva, y que fuera totalmente limpia, sin bajas en nuestras Fuerzas Armadas ni en las fuerzas de ocupación marroquí".

"Se realizaron las más restrictivas reglas, limitando el uso de armas de fuego a la defensa propia y se asumió el riesgo de posibles bajas", añadió Trillo, quien opinó que, al final, la operación ha sido "ejemplo en su pacífico desarrollo". También se pretendía garantizar "la segurida de los ciudadanos en Ceuta, Melilla" y los otros peñones del norte de Africa.

Para Trillo, el uso de la fuerza por parte de España se ha producido en un "claro acto de legítima defensa". "España había sido atacada en una zona sensible, la seguridad y defensa se habían visto gravemente menoscabada" y "el paso dado por Marruecos ponía en peligro el equilibrio internacional".

También recordó el apoyo recibido por la Alianza Atlántica y la Unión Europea, instituciones que subrataron la inviolabilida de las fronteras.