Marlaska se refirió a esta cuestión en el Pleno del Senado, donde la parlamentaria del PP Mónica Azorín le preguntó por medidas para mejorar la seguridad ciudadana en la comarca del Altiplano de la Región de Murcia, en particular en las zonas rurales.

Azorín también pidió la dimisión del responsable de Interior como ha hecho la ex directora general de la Guardia Civil María Gámez, que renunció tras la imputación de su marido en el caso de los ERE.

Esta senadora añadió que Gámez podía invitar al ministro a hacer un “tour” por su “mansión de Málaga”, en alusión a una vivienda de precio elevado que, según informaciones periodísticas, adquirieron la exdirectora y su marido.

“PROBLEMA REAL”

A este respecto, Marlaska respondió que el criterio del PP sobre la gestión de su departamento no es válido, ya que para ser un “buen ministro del Interior” con los populares “hay que estar imputado, hay que tener whatsapps con policías poco recomendables o hay que encargar destruir pruebas para evitar la corrupción”, en clara referencia a Fernández Díaz.

Sobre la seguridad en el Altiplano de la Región de Murcia, Marlaska se refirió a que, con este Gobierno, esta autonomía ha recuperado 300 policías nacionales y guardias civiles. Indicó que esto permite que esta región haya logrado un “récord histórico”, al contar ahora con 3.765 agentes de los cuerpos estatales.

Por el contrario, Azorín señaló que la inseguridad que padecen los habitantes de los municipios murcianos de Yecla y Jumilla es un “problema real”, motivado especialmente por la “falta de dotación” de guardias civiles en esta zona.