Marlaska hizo esta consideración en el Congreso, donde el PP le planteó dos preguntas y Vox otra sobre el acuerdo de delegación de competencias migratorias a la Generalitat catalana tras el pacto con los de Carles Puigdemont.

En concreto, el portavoz popular, Miguel Tellado, la diputada de este partido, Ana Vázquez, y el parlamentario de Vox Ignacio Gil Lázaro reclamaron la dimisión del ministro, al entender que el acuerdo con Junts es inconstitucional y supondrá la expulsión de Cataluña de los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

A este respecto, Marlaska señaló que la iniciativa pactada por los socialistas incluye una delegación “muy relevante” de competencias migratorias en favor de la Generalitat catalana, pero que no contempla ni el control de la frontera ni de los flujos migratorios irregulares, lo que incluye las expulsiones.

“CABALLO DE TROYA”

Afirmó que habrá una “delegación importante de facultades en materia migratoria” al Ejecutivo catalán, pero las Fuerzas de Seguridad del Estado seguirán en esta comunidad autónoma y decidiendo “quién entra y quién sale” del país.

Indicó que, exceptuadas estas atribuciones que seguirán ejerciendo los policías y guardias civiles, hay un “abanico mucho más amplio” de competencias en materia migratoria que podrá gestionar el Ejecutivo catalán.

Por su parte, Tellado señaló que Marlaska es un ministro “agotado, incapaz y desautorizado” y que lo mejor es que “dimita” y pida “disculpas” a la Policía y la Benemérita.

Asimismo, Vázquez acusó al ministro de ser el “caballo de Troya de los independentistas” en el departamento de Interior, así como un “cobarde” que no se merecen los agentes. Aseguró que el acuerdo con Junts sobre inmigración busca expulsar a policías y guardias civiles de Cataluña.

Finalmente, Gil Lázaro reprochó a Marlaska que permaneciera varios días callados tras anunciarse el acuerdo migratorio con los de Puigdemont y que luego apareciese ante la opinión pública para “mentir”, en referencia a la trascendencia del pacto.