Zerolo añadió que si fuese necesario se reaizaría un desvío del tráfico marítimo, además de establecer una señalización del área donde se encuentran los ejemplares.

Asimismo, se ha encargado un estudio a varios especialistas para conocer las medidas que pueden adoptarse para proteger dicha colonia.

La Consejería de Turismo del Ejecutivo canario creó recientemente el Gabinete de Estudios Faunísticos, integrado por tres biólogos, para determinar el impacto que produce la navegación marítima sobre estos grupos de ballenas.

El equipo de iólogos ha identificado unos 400 ejemplares de ballenas calderón en Canarias, que por el momento no se encuentran en peligro de extinción.

La población de este tipo de ballenas está distribuida por Hawai y California (EE.UU.) y en el sur de Tenerife, único lugar en el que habitan cerca de la costa y en el que son más accesibles para su observación.

Miembros del Gabinete de Estudios Faunísticos han aconsejado a la Administación canaria que planifique las visitas turísticas y les dé un fin didáctic, de manera que la presencia de las embarcaciones de recreo no tenga efectos negativos sobre la colonia de ballenas calderón.