MARÍA SAN GIL SOBRE EL ASESINATO DE GREGORIO ORDÓÑEZ: "PENSÉ QUE ERA UNA BROMA MACABRA"
- El fiscal pide que "Txapote" sea condenado a 30 años de cárcel
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La presidenta del PP vasco, María San Gil, manifestó hoy en la Audiencia Nacional que cuando el 23 de enero de 1995 un desconocido apoyó su pistola sobre la cabeza del entonces teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, Gregorio Ordóñez, llegó a pensar, por un segundo, que se trataba de "una broma macabra".
Así lo declaró ante los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que hoy celebró el último juicio contra el etarra Javier García Gaztelu, alias "Txapote", por su presunta participación en el asesinato del presidente del PP en Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez. La Fiscalía pide que sea condenado a 30 años de prisión.
María San Gil era una de las tres personas que aquel día comían con Gregorio Ordóñez en el restaurante "La Cepa", de San Sebastián.
"Fue un segundo. De repente vi la pistola. Pensé, ¡menuda broma macabra!", dijo María San Gil, quien relató cómo salió detrás del pistolero y Gregorio Ordóñez se desplomó.
Agregó que era "impensable que viniera alguien a descerrajar un tiro" a un concejal y recordó que en aquella época no tenían escoltas, a pesar de que su partido se lo solicitó a la Consejería de Interior del Gobierno vasco.
"Había mucho miedo por ETA", explicó la presidenta del PP vasco, que en aquel momento era secretaria del Grupo Popular. Tan era así que Gregorio Ordóñez, que había recibido varias amenazas por parte de la banda terrorista, había decidido tomar "determinadas medidas de seguridad".
María San Gil vio cómo un desconocido colocaba la pistola "directamente sobre la nuca de Gregorio Ordóñez", pero no recuerda su rostro.
Al finalizar su declaración, San Gil y "Txapote" cruzaron sus miradas y la presidenta del PP vasco volvió a ocupar su sitio entre el público, donde recibió gestos y muestras de cariño y apoyo por el testimonio prestado.
VIUDA Y HERMANA
Entre el público, que abarrotaba la sala, se encontraban la viuda y la hermana de Gregorio Ordóñez, Ana Iríbar y Consuelo Ordóñez. La que fuera esposa del teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián no pudo contener las lágrimas, mientras permanecía agarrada a la mano de su cuñada.
También se pudo ver a la viuda de Fernando Múgica, María del Carmen Heras; a la hermana de Miguel Angel Blanco, Mar Blanco, (ambos asesinados por "Txapote"); al responsable de Justicia e Interior de la Ejecutiva del PP, Ignacio Astarloa; al presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, y a representantes de la asociación Dignidad y Justicia.
Durante el juicio, "Txapote", que llevaba un pendiente de aro en la oreja izquierda y vestía zapatillas marrones, pantalón vaquero, una chaqueta de lana verdosa y una camiseta con el "arrano beltza" (un águila negra que utiliza la izquierda radical abertzale), sólo abrió la boca para decir qen euskera que no reconocía la legitimidad del tribunal y que no quiere formar parte "de este teatro", renunciando así a su derecho a declarar.
Durante el resto de la vista, mientras los testigos se sucedían en el juicio, "Txapote" permaneció callado, a ratos de pie, andando de un lado a otro de la sala blindada, a ratos sentado, con el rostro entre los puños cerrados.
Ante el tribunal declaró también, aunque por videoconferencia, Enrique José Villar Rodríguez de Hinojosa, uno de los compañeros que comía con Ordóñez ese día.
"Recuerdo un ruido, que no asimilo en un primer momento como un disparo. Vi a la señora San Gil gritando. Vi al señor Ordóñez en el suelo y no recuerdo nada más", dijo a los magistrados.
Como María San Gil, ni él ni ninguno de los camareros que trabajaban ese día en el restaurante "La Cepa" pudieron ver el rostro del asesino, que salió corriendo y tropezó a la salida, cayendo al suelo y continuando su huida.
Uno de los camareros señaló que vio cómo el asesino entró en el bar con la capucha del chubasquero puesta, lo que no le extrañó, porque ese día llovía y mucha gente no se quitaba el gorro al entrar.
VALENTÍN LASARTE, SIN MEMORIA
Entre los testigos también compareció ante el tribunal el etarra Valentín Lasarte, ya condenado por estos hechos el 15 de octubre de 1997.
Al igual que cuando compareció en el juicio contra "Txapote" por el asesinato del dirigente socialista Fernando Múgica,Lasarte dijo no recordar los detalles del asesinato de Gregorio Ordóñez; nada salvo que actuaba en el "comando Donosti" de ETA y que colaboró en el asesinato de Gregorio Ordóñez.
El fiscal encargado del caso, Ignacio Gordillo, elevó a definitivas sus conclusiones provisionales. Además de pedir 30 años de cárcel para "Txapote", solicitó también que al salir de la cárcel se le prohíba acercarse al lugar de residencia o al domicilio de la víctima o de sus familiares.
Gordillo señaló que, "a pesar de que han pasado ya 12 años, Gregorio Ordóñez sigue en la memoria de todos", y destacó que el que fuera teniente de alcalde de San Sebastián tenía al morir asesinado 36 años, cumplía sus labores como concejal y tenía "un gran futuro profesional".
El fiscal afirmó que con el asesinato de Ordóñez ETA inició una campaña contra concejales de "cualquier signo político", lo que provocó los abucheos del público asistente, sin que el presidente de la sala, Javier Gómez Bermúdez, pusiera orden en esta ocasión ni en las otras en las que se repitieron los comentarios a viva voz.
Por su parte, el abogado de la AVT, Juan Carlos Rodríguez Segura, recordó que cuando le asesinaron, Gregorio Ordóñez acababa de tener un hijo.
"Un niño al que se le ha obligado a crecer en soledad, que se le ha privado de crecer con un padre", dijo Rodríguez Segura, quien añadió, en referencia a "Txapote": "Que tenga siempre en mente que a un niño le arrancó su padre y eso tiene que pesarle toda la vida".
APLAUSOS
Si las palabras del fiscal Gordillo despertaron el abucheo del público, la exposición del abogado de la AVT hizo que los asistentes aplaudieran.
Mientras el resto de las acusaciones elevaron a definitivas sus peticiones de condena para "Txapote", la defensa de este terrorista, que no realizó ninguna pregunta en el juicio, pidió la libre absolución de su cliente.
Cuando la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dejó el caso visto para sentencia, alguien del público gritó a "Txapote": "¡Al talego, cabrón!".
El de hoy era el último juicio que "Txapote" tenía pendiente en la Audiencia Nacional. Ahora volverá a Francia para terminar de cumplir seis años de la condena que los tribunales el país vecino le impusieron.
Detenido el 22 de febrero de 2001 en Anglet (Francia), "Txapote" fue entregado temporalmente el 15 de diciembre de 2005 por el país vecino para que fuera juzgado por este asesinato y otras causas que tiene pendientes con la justicia española.
(SERVIMEDIA)
29 Nov 2006
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