José Marco ha anunciado su intención de no presentarse a la reelección aduciendo el desgaste que le ha causado el acoso a que se está viendo sometido (tanto en su vida personal como familiar), tras el triunfo de la moción de censura, hace ahora un año, que permitió su acceso al poder.

Por lo que respecta al alcalde de Zaragoza, las razones esgrimidas para argumentar su decisión son similares y hacen referencia al desgaste produido al relacionársele con una empresaria zaragozana. Tras desvelarse este asunto, González Triviño ha abandonado el domicilio familiar y se ha trasladado a un apartamento de alquiler.

El presidente regional del PP, Santiago Lanzuela, ha valorado positivamente la decisión de ambos políticos, ya que, a su juicio, (y sobre todo en el caso de Marco) favorecería la gobernabilidad y la distensión política.

Por su parte, el portavoz parlamentario de IU, Adolfo Burriel, ha defendido esta postura asegurano que "lo que hace cualquier persona cuando pide eso es ejercer su legítimo derecho personal e intransferible. Al ejercer lo que hace es no someterse a ninguna de las consideraciones de los de fuera".

En el Partido Aragonés la decisión de Marco y Triviño ha sido acogida con cautela. En opinión del presidente del partido, José María Mur, "el señor Marco suele cambiar de opinión con bastante facilidad" y aventuró que, a su entender, "más bien pretende lo contrario, es decir, que ante esa noticia los fiees de su partido le pidan que no se vaya. Posiblemente sea una estrategia para buscar más adhesiones".

Finalmente, el Partido Socialista considera que el ambiente de acusaciones que se ha generado en torno a José Marco y Antonio González Triviño han podido influir en su decisión. En cualquier caso, el secretario de Organización del partido, Carlos Piquer, ha asegurado que el trabajo seguirá adelante, ya que, a su juicio, detrás de estas palabras pueden esconderse presiones de disconformes y críticos dl propio partido.