En una entrevista publicada hoy por "El País", Maragall recalcó que "digo exactamente esto: que lo apruebe esencialmente. Y no especulo más. Ahora todos necesitamos tiempo de reflexión".

"Tenemos una institución, que no sé si otros la tienen, que es el Consejo Consultivo, en el nivel autonómico similar al Consejo de Estado, que ha definido qué era y qué no era constitucional. Esto es una carta de presentación muy potente, porque ya hemos pasado una prueba de constitucionalidad, y con rigor extremo", insistió.

A su juicio, el interés general no es muy distinto "del consenso y la constitucionalidad", y como "lo que es bueno para Cataluña es bueno para España, el interés general de España es que Cataluña se sienta reconocida y que sus propuestas se entiendan como ideas para mejorar España, no para huir de España".

Asimismo, resaltó que "el concepto 'nación' se mantendrá, va a ser que sí. Aunque provoque reacciones que comprendo, ésta es la tradición del federalismo castellano. Es una palabra polisémica, que puede dar lugar a interpretaciones, pero también la Constitución menciona 'el pueblo español' y 'los pueblos de España'".

CONSTRUIR ESPAÑA

"Que nadie tema nada. Nación significa hoy lo mismo que nacionalidad en la Constitución de 1978, pero ahora hay que concretar quién lo es. El presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, acaba de decir que Galicia se calificará así, y que España deberá asumir que abarca varias naciones. Estoy de acuerdo", apostilló.

El presidente autonómico subrayó que "nosotros también somos España", y advirtió de que "España no se puede pensar sólo desde Madrid. Nosotros estamos dispuestos a construir las Españas, a proponer ideas que mejoren no sólo a Cataluña, sino a toda España".

En cuanto a las dudas hasta última hora sobre si el texto iba o no a recibir el respaldo suficiente de las formaciones catalanas, Maragall resaltó que "no hay ningún proceso importante que no haya estado a punto de naufragar. Ninguno. Va en contra de la naturaleza humana".

Explicó que, frente al "espíritu de consenso" que rigió el Estatuto de 1979, ahora es "más complejo, porque no se trata de combatir a un enemigo común, ni hay una historia a superar, como la del franquismo", sino 25 años de "enfrentamientos electorales muy duros, y encima, el partido que había gobernado, pasaba a la oposición por primera vez".

TRIPARTITO "CON NOTA"

"El oasis de hoy es más meritorio que el oasis perdido. Este era producto de una época irrepetible, de la llegada de la democracia y la autonomía. La situación actual es mucho más madura, porque se ha construido sobre la difícil base de reconocer la diferencia", agregó.

El jefe del tripartito catalán opina que "la discusión del Estatuto al final no ha perjuidicado la cohesión del Ejecutivo. Al contrario, porque nuestra mayoría parlamentaria tenía una asignatura pendiente. definir qué quiere ser este país. Y la ha superado con nota".

Por otro lado, Maragall aseguró que "ningún político, nadie con representación y autoridad" le ha planteado como condición para aprobar el Estatuto que renunciase a volver a presentarse como candidato a presidir la Generalitat, como informó un periódico.