La denuncia que ha motivdo la celebración del juicio por un supuesto delito de faltas por desobediencia la interpuso la Guardia Civil, que el 14 de septiembre detuvo a los ecologistas que participaban en la acción de protesta no violenta contra el proyecto de ampliación de la térmica. Según Greenpeace, la denuncia presentada por Endesa, compañía propietaria de la central, no fue admitida por el juzgado.

Los miembros de la organización ecopacifista iniciaron la acción de protesta desde el buque "Rainbow Warrior", del que desebarcaron para bloquear la descarga del barco chino "Jin Tian Ha".

Los activistas fueron detenidos y conducidos a las dependencias de la Policía Municipal de Vera, donde pasaron la noche. Al día siguiente, todos ellos fueron puestos en libertad provisional sin fianza.

Greenpeace mantiene que la central térmica de Carboneras tendrá capacidad para emitir más de diez millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año cuando concluya la ampliación, por lo que se convertira en la instalación espaola que más contribuirá al cambio climático.

Para José Luis Ortega, uno de los encausados, a pesar del "empecinamiento" de Endesa, "Almería no necesita más centrales térmicas".