Asimismo, el próximo jueves, día 22, también se abrirá al tráfico la variante de Carabias, en Segovia, de esta isma autovía. Así, sólo faltan por terminar de esta vía de alta capacidad 16 kilómetros del tramo Buitrago-Somosierra, en el que se trabaja a fuerte ritmo. Según el MOPT, se espera que las obras finalicen antes de fin de año.

El tramo Somosierra-Santo Tomé tiene una longitud de 6 kilómetros, entre los puntos kilómetricos 92,5 y 98,5 de la N-1, en los que se dispone de dos calzadas de autovía. En este tramo existe un enlace que da acceso a Somosierra desde el norte.

La calzada derecha, de salida d Madrid en dirección a Burgos, tiene dos carriles. La otra calzada, de entrada a la capital de España, cuenta con tres carriles en la subida del puerto de Somosierra. Los arcenes exteriores son de 2,5 metros y los interiores de 1 metro.

El presupuesto de ejecución de las obras asciende a 2.700 millones de pesetas, de los que 62 se han destinado a señalización y 34 a la adopción de medidas de reposición ambiental.

Por su parte, la variante de Carabias, en Segovia, tiene 4,7 kilómetros de longitud.dispone de dos carriles en cada dirección, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de 1 metro, con mediana de separación entre calzadas de 11 metros de ancho.

A lo largo de su recorrido se han construido diez estructuras, de las que dos corresponden a los enlaces, otras dos a un paso de ganado y otro de camino y seis a obras de drenaje. Los dos enlaces, a distinto nivel, permiten el acceso a Carabias, así como a las carreteras con Pedrales y Cedillo de la Torre.

El presupuesto invertido en a ejecución de las obras asciende a 1.524,5 millones de pesetas, de los que 52,2 millones se han destinado a la señalización y otros 31,6 millones a la adopción de medidas de reposición ambiental, con plantaciones en taludes y mediana.