Los interesados en participar en esta nueva convocatoria tienen de plazo hasta el 15 de abril para solicitar acceso.

En esas fechas, los promotores de proyectos podrán presentar sus solicitudes para optar a probarlos en el ‘sandbox’, iniciativa que el Gobierno aprobó en febrero de 2019, sumándose así a unos pocos países europeos que lo habían implementado en su ordenamiento jurídico.

Para acceder al ‘sandbox’, los proyectos deben aportar innovación de base tecnológica aplicable al sistema financiero, encontrarse lo suficientemente avanzados para probarse y que aporten valor añadido sobre cumplimiento normativo, beneficios de los usuarios de servicios financieros, un aumento de la eficiencia de las entidades o mercados financieros, o aportar mecanismos para mejorar la regulación o supervisión financiera.

Las solicitudes deberán ir acompañadas de una memoria justificativa en la que se explique el proyecto, así como los riesgos asociados. Los interesados presentarán su solicitud por vía electrónica a través de la sede electrónica del Tesoro. En el caso de que la solicitud presentada no reúna alguno de los requisitos señalados, el Tesoro requerirá al promotor para que, en el plazo de 10 días hábiles, lo subsane.

El Tesoro trasladará de manera inmediata las solicitudes recibidas a aquellas autoridades supervisoras que resulten competentes por razón de la materia del proyecto como pueden ser el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a fin de que puedan efectuar la evaluación prevista y emitan informe favorable o desfavorable.

En caso de recibir el visto bueno, se publicará el listado de los proyectos temporalmente admitidos en el apartado de la cohorte correspondiente. A partir de ese momento, los promotores de los proyectos y las autoridades supervisoras iniciarán la negociación del protocolo de pruebas, documento que recoge las condiciones bajo las cuales se van a llevar a cabo las pruebas.

Una vez suscrito el protocolo, recabados los consentimientos informados de los participantes en las pruebas y activado el sistema de garantías, se iniciará el periodo de pruebas. La duración quedará estipulada en el propio protocolo y suele oscilar entre tres y seis meses.

Por último, finalizado el periodo de pruebas, los promotores podrán solicitar la autorización para dar comienzo a la actividad probada -en caso de que fuese necesario- y saldrán del ‘sandbox’.

La iniciativa gubernamental va a lanzar la séptima cohorte. En la primera y la segunda, un total de 15 proyectos lograron terminar el periodo de pruebas. La tercera cohorte se encuentra menos avanzada, con dos proyectos que han iniciado la fase de pruebas; en la cuarta cohorte son cinco los que se están probando, mientras que en la quinta son siete los proyectos que se encuentran provisionalmente admitidos y en la sexta cohorte son tres en ese mismo estado. La primera convocatoria es, hasta el momento, la más exitosa, con 18 proyectos autorizados previamente y 12 habiendo sido probados.